El jefe de la Agencia de Socorro de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) advirtió de las consecuencias de una importante crisis de financiación. Señaló que no podía pagar a 28 mil empleados a tiempo este mes y que podría cortar servicios vitales para millones de personas.

En declaraciones a la prensa en Jordania, Philippe Lazzarini, Comisionado General del Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente (OOPS), dijo que el personal se puso en huelga tras ser informado de que los salarios se retrasarían, pero que detuvo la acción tras una mediación.

"Si los servicios sanitarios de la UNRWA se ven comprometidos en medio de una pandemia mundial, el despliegue de la vacunación COVID-19 llegará a su fin. La atención materno-infantil se detendrá, medio millón de niñas y niños no sabrán si podrán seguir aprendiendo, y más de dos millones de los refugiados palestinos más pobres no recibirán ayuda monetaria y alimentaria", dijo.

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"Las necesidades humanitarias de los refugiados palestinos siguen aumentando mientras la financiación de la agencia se ha estancado desde 2013".

Lazzarini también señaló que la UNRWA había recaudado suficientes donaciones en una reciente conferencia en Bruselas para cubrir hasta el 48 por ciento de su presupuesto en 2022 y 2023.

La agencia, añadió, generó 60 millones de dólares para un déficit de cien millones hasta finales de año para mantener los servicios en funcionamiento.

"Todavía no estoy en condiciones de decir cuándo se pagarán los salarios de noviembre", dijo.

La UNRWA es responsable de ayudar a casi 5,7 millones de refugiados palestinos en Cisjordania y la Franja de Gaza, así como en Jordania, Siria y El Líbano, mediante la gestión de escuelas, programas de distribución de alimentos y clínicas de salud.