Resumen 2021: violaciones de los derechos humanos en el lavado de cara del deporte
Desde la adquisición de clubes hasta la inversión de miles de millones de dólares y la organización de eventos internacionales, los regímenes políticos opresores utilizan el deporte y los eventos deportivos para encubrir sus crímenes contra la humanidad.
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Resumen 2021: violaciones de los derechos humanos en el lavado de cara del deporte.
"Más allá de los aspectos técnicos, me gustaría señalar que la presencia internacional de `Israel´ en el ámbito del deporte y la cultura es una estrategia más para blanquear el genocidio y la violación de los derechos humanos que están cometiendo contra el pueblo palestino".
Con esta declaración, la comentarista de la televisión catalana y nadadora olímpica de bronce, Clara Basiana, expresó su apoyo que no podía ocultar a Palestina y a la causa palestina.
"Lo hemos visto aquí, en el Preolímpico de Barcelona, lo hemos visto repetidamente en Eurovisión", dijo Basiana.
"Parece que durante estos eventos los crímenes de guerra del Estado israelí desaparecen. Tenemos que ser conscientes como espectadores y visibilizar esta situación para no normalizarla", subrayó, encendiendo una ola tanto de apoyos como de críticas.
¿Qué es el lavado de cara al deporte?
Basiana se refirió al blanqueo israelí del genocidio. De hecho, el término exacto es lavado deportivo de la ocupación israelí. ¿Qué significa?
En 1978, la 11ª Copa Mundial de la FIFA se celebró en Argentina, gobernada entonces por el dictador de derechas Jorge Rafael Videla, responsable de la desaparición de unas 30 mil personas.
Como protesta, una de las mayores estrellas del fútbol de la época, el holandés Johan Cruyff, fue citado diciendo: "¿Cómo se puede jugar al fútbol a mil metros de un centro de tortura?".
Felix Jakens, director de Campañas Prioritarias e Individuos en Riesgo de Amnistía Internacional Reino Unido, define el lavado deportivo como "un proceso o momento en el que un país con un mal historial de derechos humanos intenta utilizar el deporte como una forma de crear relaciones públicas positivas para limpiar su imagen y desviar la atención de su historial de derechos humanos".
Intento de borrar los genocidios
Para la ocupación israelí, el deporte siempre ha sido una herramienta que pretende borrar sus genocidios contra la humanidad.
En 1968, un año después de la Guerra de los Seis Días, "Israel" acogió los Juegos Paralímpicos con la ceremonia de apertura celebrada en la ocupada Al-Quds, en la que el ministro de Seguridad israelí Moshe Dayan entregó las medallas a los ganadores.
TIL Only one year after the 6 Day War, Israel hosted the 1968 Paralympic Games via /r/toda… http://t.co/CRi7ZswP2a pic.twitter.com/YLcA6ak6XQ
— levone W (@levoneW1) May 3, 2015
Más recientemente, en 2021, "Israel" eligió el ciclismo para lavar deportivamente sus crímenes contra los palestinos. El equipo ciclista "Israel" Start-Up Nation (ISN) fichó al famoso ganador del Tour de Francia en cuatro ocasiones, Chris Froome.
Según Novara Media, "tiene sentido que 'Israel' haya elegido el ciclismo como su última frontera de lavado deportivo. El ciclismo suele describirse como un deporte apolítico y aunque últimamente ha habido algunas intervenciones antirracistas".
Cabe destacar que en 2018, Sylvan Adams, el multimillonario inmobiliario israelí-canadiense y copropietario de ISN, gastó 12 millones de dólares para convencer a la directora del Giro de Italia, Maura Vegni, de que la famosa carrera se iniciara en la ocupada Al-Quds en el supuesto septuagésimo aniversario de la entidad sionista, lo que se conoce para los legítimos propietarios de la tierra como la Nakba.
En respuesta, "más de 20 organizaciones de derechos humanos, sindicatos, asociaciones de turismo ético y grupos deportivos y religiosos de más de 20 países emitieron un llamamiento internacional instando a la principal prueba ciclista, el Giro de Italia, a trasladar su `Gran Salida´ de 2018 de 'Israel' debido a sus graves y crecientes violaciones del derecho internacional y de los derechos humanos de los palestinos", mencionó el Boicot, Desinversión y Sanciones.
En junio de 2021, un mes después de la última guerra israelí contra Gaza, que supuso el martirio de más de 250 gazatíes, Adams celebró la entrada de su equipo en la filantropía.
Adams, autoproclamado embajador de Israel, dice que está "dedicando este capítulo de la vida a la promoción de `Israel´".
En julio, 200 equipos palestinos instaron a los clubes de fútbol español e italiano, el Atlético de Madrid y el Inter de Milán, respectivamente, a cancelar su "amistoso" previsto para el 8 de agosto en la Palestina ocupada.
Poniendo la mano en el mundo del fútbol
"Israel" no es el único bando que blanquea deportivamente sus violaciones de los derechos humanos. De hecho, Arabia Saudí está ultimando los preparativos de un acuerdo para adquirir el gigante del fútbol italiano, el Inter de Milán. El Fondo de Inversión Pública del Reino (PIF), que es esencialmente el brazo financiero de la dictadura del autocrático príncipe heredero saudí Mohammad bin Salman, ha recibido el visto bueno para adquirir el equipo de fútbol, aumentando así las inversiones saudíes en el mundo del deporte.
Los propietarios chinos del club, Suning Holdings, están actualmente sangrando dinero y por ello han comenzado a buscar inversores para recuperar sus pérdidas. Recientemente se ha anunciado que Arabia Saudí será quien adquiera el club y que la operación se completará la próxima semana.
La adquisición saudí del Inter de Milán supone la segunda adquisición por parte del FPI tras la del Newcastle United de la Premier League británica en octubre de 2021.
El Inter de Milán, bajo su actual dirección, perdía cerca de 15 millones de dólares al mes, lo que le obligó a vender a dos de sus mejores jugadores, Romelu Lukaku y Achraf Hakimi, lo que permitió al grupo Suning recuperar 150 millones de dólares.
Sin embargo, los críticos de esta medida afirman que estas adquisiciones pretenden desviar la atención de los abusos de los derechos humanos en el Reino, que han sido calificados de lavado deportivo. Amnistía Internacional, en respuesta a estos movimientos, había pedido a la Premier League que introdujera cambios en su test de propietarios y directores añadiendo una sección que abordara "cuestiones de derechos humanos".
La adquisición del Newcastle también fue condenada por la prometida del periodista asesinado Jamal Khashoggi, quien dijo que el acuerdo de adquisición de 300 millones de libras (408 millones de dólares) era "desgarrador" y decepcionante para ella y que era "una verdadera vergüenza para el Newcastle y para el fútbol inglés" que el club fuera ahora "propiedad de la persona responsable del asesinato de Jamal", en referencia al príncipe heredero y gobernante de facto de Arabia Saudí, Mohammad bin Salman.
Canalización de miles de millones de dólares
Un informe de la organización Human Rights Watch sostiene que Arabia Saudí está canalizando miles de millones de dólares en espectáculos y eventos destinados a blanquear sus abusos contra los derechos humanos, desde informes de tortura hasta el asesinato de periodistas, pasando por la ejecución de opositores.
Otro informe del grupo de derechos humanos Grant Liberty reveló que el régimen saudí ha gastado al menos mil 500 millones de dólares en eventos deportivos internacionales.
Más recientemente, el Reino ha utilizado el Gran Premio de Arabia Saudí de Fórmula 1 y sus correspondientes actuaciones de entretenimiento de artistas de renombre como Justin Bieber y A$AP Rocky para pulir su imagen en el ámbito internacional, desviando su controvertida reputación hacia una más moderada, tal y como planeaba el propio Mohammad bin Salman.
"El gobierno saudí va a por todas para enterrar sus atroces abusos contra los derechos humanos bajo los espectáculos públicos y los eventos deportivos", declaró Michael Page, director adjunto para Oriente Medio de HRW.
"A menos que expresen su preocupación por los graves abusos cometidos por Arabia Saudí, la Fórmula 1 y los artistas participantes corren el riesgo de reforzar los bien financiados esfuerzos del gobierno saudí por blanquear su imagen a pesar del significativo aumento de la represión en los últimos años".
En un comunicado, Amnistía advirtió que "si las autoridades quieren ser vistas de otra manera, deben liberar inmediata e incondicionalmente a todas las personas que han sido encarceladas por expresar pacíficamente sus opiniones, levantar las prohibiciones de viajar e imponer una moratoria sobre la pena de muerte".
Hamilton "no está cómodo"
El campeón del mundo Lewis Hamilton había admitido antes que "no se siente cómodo" corriendo en Arabia Saudí.
"¿Me siento cómodo aquí? No diría que sí", dijo el piloto británico Hamilton en una conferencia de prensa en Jeddah, donde el 5 de diciembre se disputó la penúltima carrera de la temporada 2021 de Fórmula Uno.
"Pero esto no fue mi elección. Nuestro deporte ha elegido estar aquí y, sea justo o no, creo que mientras estemos aquí sigue siendo importante hacer un trabajo de concientización".
Hamilton ha sido un ferviente defensor de los temas de derechos humanos en los últimos años, arrodillándose en la parrilla en apoyo de Black Lives Matter.
"Hay que cambiar mucho y nuestro deporte tiene que hacer más", añadió Hamilton, siete veces campeón.
Según Human Rights Watch, "bajo el gobierno dirigido efectivamente por el príncipe heredero Mohammad bin Salman, Arabia Saudí ha experimentado el peor período de represión de su historia moderna".
Además de la agresión saudí a Yemen, Amnistía Internacional, junto con otros grupos internacionales de derechos humanos, denunció que el régimen saudí acosa, detiene, procesa y encarcela a opositores, activistas de derechos humanos y de las mujeres, periodistas y críticos por denunciar al gobierno.
Informe: más de seis mil 500 trabajadores migrantes murieron en Qatar
El régimen qatarí también ha tenido su parte en el lavado deportivo de su violación de los derechos humanos.
El periódico The Guardian publicó un informe según el cual, desde que Qatar obtuvo el privilegio de albergar la Copa Mundial de la FIFA de 2022, han muerto más de seis mil 500 trabajadores inmigrantes, 37 de los cuales fallecieron mientras trabajaban en la construcción del estadio de fútbol.
Qatar ha rechazado con vehemencia cualquier crítica, insistiendo en que ha reformado sus leyes laborales e introducido un salario mínimo.
Amnistía Internacional instó a Qatar a poner fin a los abusos contra los trabajadores migrantes, muchos de los cuales participan en la construcción de los estadios y las infraestructuras de la Copa Mundial.
En una iniciativa humana, el club de fútbol noruego Tromso IL presentó lo que denominó "la primera camiseta de fútbol del mundo con un código QR" destinada a defender los derechos humanos en Qatar antes de la Copa Mundial de 2022.
La camiseta, desarrollada en colaboración con Amnistía Internacional, incluye un código QR que, al ser escaneado, lleva a los usuarios a un sitio web con información sobre los derechos humanos y el lavado deportivo.
Tromsø IL was the first professional club worldwide to speak out against the inhumane conditions in the country. The club is now making a new push - this time in collaboration with Amnesty International and Malcolm Bidali.
— TIL (@TromsoIL) December 6, 2021
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"Con esto, esperamos suscitar más discusiones, más debates. Queremos que haya más acción", dijo Tom Hogli, ex jugador que ahora se encarga de las relaciones públicas del Tromso IL, al presentar la camiseta.
El Tromso dijo que era el primer club profesional que intentaba boicotear el Mundial de Qatar para protestar contra las condiciones de los trabajadores inmigrantes en el Emirato.
Parece que para los regímenes políticos invertir en eventos deportivos internacionales que atraen la atención de miles de millones de personas en todo el mundo es una buena oportunidad para lavar sus crímenes y distraer a la gente de las violaciones de los derechos humanos, como la ocupación de tierras, el asesinato de personas, la tortura de críticos y la masacre de opositores. Y cuando se mencionan estas violaciones y abusos de los derechos humanos, no podemos dejar de pensar en la ocupación israelí, en Arabia Saudí y en Qatar.