"Israel" busca beneficios en el nuevo acuerdo con Irán
Tras llegar a la conclusión de que un nuevo acuerdo con Irán es inevitable, "Israel" se centra ahora en obtener garantías tácticas y apoyo militar de Estados Unidos, señala un artículo publicado en Al Monitor.
De acuerdo con Ben Caspit, columnista de Al-Monitor's "Israel" Pulse, la lucha de "Israel" contra la carrera nuclear de Irán y su atrincheramiento en Oriente Medio recuerda a la campaña israelí y mundial contra el coronavirus: reevaluaciones vertiginosas, fallos de inteligencia embarazosos y una sensación de caos.
La actual evaluación de defensa de "Israel", un giro completo, es que es probable que Irán y las potencias mundiales logren un avance y alcancen un acuerdo sobre el firmado en 2015 y del que el presidente Donald Trump se retiró en 2018. Esta nueva valoración, apunta Caspit, también podría verse alterada en las próximas semanas, lo que sugiere que las cosas en torno a la mesa de negociaciones en la capital austriaca también son caóticas y no se prestan a previsiones ni a controles.
"Israel" espera que el gobierno de Biden pueda conseguir un logro que ayude a los líderes israelíes a vender un nuevo acuerdo a su público. El mejor escenario para "Israel" es que las partes retrasen la controvertida cláusula de caducidad del acuerdo, por la que se levantan algunas restricciones al programa nuclear en 2025 y 2030. "Israel" la considera el mayor defecto del acuerdo de 2015 y argumenta que la cláusula permitiría a Irán acumular uranio apto para armas después de 2031.
Casi siete meses después de ser forzado a abandonar su cargo, el espíritu del ex primer ministro Benjamín Netanyahu persiste en el caos. Como jefe de la oposición en la Knesset, Netanyahu ataca implacablemente a su sucesor, el primer ministro Naftali Bennett, por ceder ante la administración Biden. Netanyahu acusa a Bennett de no haber montado una batalla eficaz contra el acuerdo emergente, que Netanyahu considera una encarnación moderna del Acuerdo de Múnich de 1938 con la Alemania nazi. Seguramente le perjudicaría a Bennett ser equiparado con el líder británico que firmó el acuerdo con Hitler, Neville Chamberlain, presentándolo como el líder israelí que cedió ante Estados Unidos y permitió que Irán se convirtiera en un estado nuclear de umbral.
Por su parte, el periodista israelí Barak Ravid informó esta semana de que el nuevo jefe de la inteligencia militar, el general de división Aharon Haliva, informó al gabinete de seguridad el 2 de enero y dijo que de las dos posibilidades actuales en Viena, una vuelta al acuerdo o un colapso de las conversaciones, llegar a un acuerdo sería el mal menor. Los organismos de seguridad de "Israel" preferirían que las actividades nucleares de Irán se sometieran a una supervisión internacional claramente definida antes de que las potencias mundiales concedieran de hecho a Irán una licencia para matar si las negociaciones fracasan.
Según Caspit, este fue también el caso durante las negociaciones del acuerdo original con Irán, cuando la evaluación de seguridad de Israel determinó que las ventajas de un acuerdo superaban sus desventajas, proporcionando a "Israel" una ventana de diez a 15 años para dirigir sus recursos a otros desafíos de seguridad y prepararse para la era posterior al acuerdo con Irán. Los funcionarios de seguridad no participaron en los esfuerzos de Netanyahu para convencer a Trump de que se retirara del acuerdo.
La retirada de Trump cogió por sorpresa a las agencias militares y de inteligencia israelíes, que advirtieron que la medida podría ser un arma de doble filo. Esa advertencia está resultando premonitoria.
Entonces, pregunta Caspit, ¿qué explica el cauto optimismo de "Israel" tras la visita del 22 de diciembre del asesor de seguridad nacional estadounidense Jake Sullivan?
"Los estadounidenses", dijo una fuente de seguridad israelí de alto nivel a Al-Monitor bajo condición de anonimato, "quieren dejar atrás todo este asunto. No comparten nuestra visión a largo plazo. Sólo están interesados en el próximo año o dos. Quieren marcar el acuerdo con Irán y seguir adelante. Tienen que ocuparse de China y de COVID. Les preocupa mucho menos el hecho de que Irán se esté convirtiendo en un estado nuclear casi de umbral. Para EE.UU., la amenaza nuclear iraní no es existencial, como lo es para nosotros, pero son conscientes de la catástrofe global y regional que podría ocurrir si Irán alcanza la capacidad de ruptura. Ningún presidente quiere que esto ocurra durante su mandato, por lo que declaran repetidamente que si llegamos a ese punto, tendrán tiempo e inteligencia suficientes para bloquear este movimiento utilizando medios militares".
"Entonces, ¿por qué están satisfechos?" pregunta Caspit. "Porque los estadounidenses entienden completamente nuestras preocupaciones y nos explican que si los iraníes se apresuran a alcanzar la capacidad nuclear una vez que el acuerdo expire, serán tratados con agresividad". La fuente añadió, sin embargo, que esta no era la cuestión principal. "Cuando nos dimos cuenta de que esto se encaminaba hacia el acuerdo -y esa es nuestra conclusión en este momento, y puesto que sabemos que no podemos bloquear este acuerdo- todo lo que podemos hacer es minimizar el daño y lograr la mayor cantidad de aportaciones y compensaciones en el plano de la seguridad por parte de EE.UU. con el fin de aliviar nuestras preocupaciones".
"¿Y ha tenido éxito en este sentido?" pregunta. "En su mayoría, sí", respondió la fuente. "Los estadounidenses, al parecer, entienden las intenciones de Irán y están de acuerdo con todas nuestras valoraciones. Y hemos conseguido explicarles que se necesitan mecanismos para evitar que Irán invierta el gran dinero que va a ganar con el nuevo acuerdo en la continua propagación del terrorismo. También reforzarán y mejorarán nuestra ventaja militar sobre la región y han prometido que si Irán consigue un avance nuclear en un momento dado, lo bloquearían con todos los medios a su alcance".
Al parecer, podemos esperar que si se alcanza un acuerdo, éste vaya acompañado de un importante paquete estadounidense para "Israel" y sus aliados en Oriente Medio. Puede que el acuerdo con Irán incluya cláusulas adicionales que lo mejoren, o puede que no. En cualquier caso, "Israel" parece haber aceptado el hecho de que no tiene ninguna posibilidad de desviar la marcha de la historia. Está rezando para que el camino probable cambie y, si no es así, que "Israel" pueda obtener todas las ventajas tácticas posibles de este desastre estratégico.