La prisión de Guantánamo: la vergüenza y el legado oscuro de Estados Unidos
Expertos comisionados por Naciones Unidas señalan que 20 años de detención arbitraria sin juicio y acompañada de tortura o malos tratos es simplemente inaceptable para cualquier gobierno, especialmente para uno que afirma proteger los derechos humanos.
Expertos de Naciones Unidas han pedido a Estados Unidos que cierren la prisión de Guantánamo. En la cárcel que tienen lugar continuas violaciones de derechos humanos desde su apertura hace 20 años, como parte de la guerra contra el terrorismo iniciada por Washington tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.
En un comunicado conjunto, los expertos comisionados por Naciones Unidas expresaron que 20 años de detención arbitraria sin juicio y acompañada de tortura o malos tratos es simplemente inaceptable para cualquier gobierno, especialmente para uno que afirma proteger los derechos humanos.
El texto describió la cárcel como un agujero negro legal y una vergüenza del compromiso de Estados Unidos con el estado de derecho, y pidió a Washington que cierre este capítulo abominable de las continuas violaciones de los derechos humanos.
Mientras, el Instituto Watson para Asuntos Internacionales y Públicos reveló que el costo anual de los detenidos que tiene Estados Unidos en la prisión de Guantánamo es de 540 millones de dólares de los impuestos de los ciudadanos estadounidenses.
El Instituto Watson señaló en un informe titulado "El legado del lado oscuro: el costo de las investigaciones y las detenciones ilegales en los Estados Unidos después del 11 de septiembre", que "Estados Unidos, aunque denuncia hoy las prácticas ilegales fuera de sus territorios, parece haber perdido la autoridad moral que podría obligar a otros países a frenar sus piraticas respecto a este tema".
Este informe llega en momentos en que la revista Foreign Policy publicó un artículo titulado "La falsedad de la seguridad nacional frente a los derechos humanos", en el que dice que las organizaciones de derechos humanos, a lo largo de décadas, enfrentaron muchos obstáculos que las llevaron a un camino trancado. Sin embargo, la exigencia por parte del gobierno de EE.UU. a "priorizar los derechos humanos", ha sido en particular una estrategia de fracaso constante, debido a que esta exigencia de EE.UU. en sí se basa en una hipótesis falsa.
La insistencia de Washington de poner los derechos humanos en primer lugar se basa en la idea de que los gobiernos deben equilibrar los intereses de los derechos humanos con los de la seguridad nacional y luego elegir o priorizar uno u otro, sin embargo, en la mayoría de los casos, los intereses estadounidenses han sido siempre los primero.