Segundo prisionero palestino más antiguo comienza a cumplir 40 años de cárcel
Maher Younes es uno de los 25 prisioneros palestinos más antiguos encarcelados antes de los Acuerdos de Oslo:
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Maher Younes es uno de los 25 prisioneros palestinos más antiguos encarcelados antes de los Acuerdos de Oslo.
El prisionero palestino Maher Younes, quien ha estado cumpliendo la condena más larga en las cárceles de la ocupación israelí, inició su año 40 en prisión. Actualmente está encarcelado en el centro de detención de Al-Naqab.
Las fuerzas de ocupación israelíes detuvieron a Younes el 18 de enero de 1983, dos semanas después de detener a su primo Karim Younes. Su detención se produjo después las tropas sionistas le interrogaran y la justicia militar le acusara de pertenecer a Fatah.
Maher, junto con sus primos Karim y Sami, fue primeramente condenado por "traición a la ciudadanía", y un mes más tarde se atenuó su condena, que pasó a ser de cadena perpetua.
Tras enérgicos esfuerzos legales, las fuerzas de ocupación israelíes fijaron la condena de cadena perpetua para varios prisioneros a 40 años.
Maher Younes fue detenido a los 23 años y pasó su juventud en prisión sin fundar una familia. En la actualidad, tiene prohibido incluso reunirse con sus sobrinos debido a una ley de ocupación israelí que le prohíbe ver a su familia extensa.
En 2008 presentó una petición para ver a su padre moribundo, que la ocupación rechazó, lo que hizo que su padre muriera sin que Maher lo viera después de décadas sin poder hacerlo.
Maher Younes se sometió a una huelga de hambre de 10 días en febrero de 2013 durante su estancia en Gilboa para arrojar luz sobre el sufrimiento de los prisioneros palestinos en las cárceles de la ocupación israelí, especialmente de aquellos a los que se les niega la participación en los acuerdos de intercambio de prisioneros.
"Desde la detención de Maher en 1983, no ha habido ninguna prisión ante cuyas puertas de hierro no me haya parado", dijo su madre.
Su madre, Em Nader, está muy enferma, y está paralizada, lo que le impide visitar a su hijo desde hace más de dos años. Espera con impaciencia el regreso de su hijo a casa y dice: "Mi vida no tiene sentido sin Maher. Soy una prisionera igual que él hasta que se rompa su confinamiento y estemos unidos sin barrotes ni carceleros".
