Brigadas de los Mártires de Al-Aqsa anuncian una movilización general
El portavoz de las Brigadas subrayó que "la escalada de los crímenes de la ocupación israelí en Beita, Jabal Sbeih y Barqa, junto con la escalada de los ataques de los colonos a través de la matanza y la destrucción, serán respondidos con un poderoso golpe y el anuncio de la movilización de todos los combatientes."
Las Brigadas de los Mártires de Al-Aqsa en el campo de Jenin anunciaron este sábado una movilización general en todas sus filas y advirtieron con que darán un doloroso golpe a la ocupación israelí por todos sus crímenes contra el pueblo palestino.
El portavoz de las Brigadas subrayó que "la escalada de los crímenes de la ocupación israelí en Beita, Jabal Sbeih y Barqa, junto con la escalada de los ataques de los colonos a través de la matanza y la destrucción, serán respondidos con un poderoso golpe y el anuncio de la movilización de todos los combatientes."
Añadió que "frente a la arrogancia de la ocupación y de los colonos que causan estragos en Tierra Santa mediante ataques brutales, asesinatos, demoliciones y destrucciones, y la continuación de las políticas de incursión y asentamiento, juramos golpes dolorosos en lo más profundo de la ocupación".
Subrayó que "la ocupación no gozará de seguridad y protección a menos que abandone nuestra tierra y nuestros lugares sagrados".
El portavoz también confirmó que "la batalla con la ocupación avanza y no hay retirada hasta que se consiga la libertad y la independencia", subrayando que "lo que se tomó por la fuerza sólo puede recuperarse por la fuerza".
Y continuó: "Golpearemos con puño de hierro a la ocupación en la profundidad israelí, en los asentamientos y en las tierras usurpadas", manteniendo que los colonos israelíes no pueden acercarse a las tierras palestinas, y prometiendo tomarlas por asalto en medio de dolorosos golpes. Confirmó que la batalla con el enemigo está abierta y no se detendrá "hasta que la ocupación sea expulsada de nuestra tierra".
Hombres enmascarados recorrieron las calles del campo de refugiados de Jenín, blandiendo sus armas, en un desfile militar para confirmar su decisión y su postura.