Organizaciones terroristas afines a Ankara en la provincia siria de  Idleb, en particular el Frente Al-Nusra, invierten cientos de millones de dólares en Turquía, según informan reportes de prensa.

Según la agencia de noticias rusa Sputnik, Al-Nusra se apodera de la ayuda entregada desde territorio turco con el pretexto de distribuirla luego a la población civil, pero poco a poco dicha ayuda va desapareciendo y aparece luego en el mercado negro a precios exorbitantes.

Los cabecillas de Al-Nusra invierten su excedente del dinero en efectivo en ciudades turcas en el campo de bienes raíces, automóviles, restaurantes y tiendas.

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Agregaron que estas inversiones llegaron solo en los últimos cuatro años a más de 250 millones de dólares a través de los cuales los terroristas compraron y vendieron bienes raíces y realizaron inversiones en varios restaurantes y cafés en las ciudades turcas de Urfa, Gaziantep y Estambul.

Explicaron que la llamada "oficina de seguridad" de Al-Nusra tiene el control total del cruce de Bab al-Hawa, en la frontera sirio-turca, utilizada por organizaciones internacionales para entregar la ayuda, pero los extremistas incautan la mayor parte de la misma y la llevan a almacenes en las ciudades de Sarmada, Atma y Darkush en la frontera turca.

Asimismo, indicaron que los cabecillas de este grupo radical diversificaron sus fuentes de financiación a expensas de los civiles allí mediante proyectos de construcción de viviendas de los que obtienen grandes comisiones financieras.

¿Cómo pueden los funcionarios de las organizaciones de la ONU y los países que financian esta ayuda hacer caso omiso al hecho de que un gran número de líderes de Al-Nusra son los que gestionan por completo el proceso de ingreso de la ayuda de la ONU?, se preguntaron las fuentes.