Al menos 60 prisioneros palestinos dieron positivo por COVID-19 en la sección 12 de la prisión de Nafha, según reveló el martes el Club de Prisioneros Palestinos (CPP).

El PPC dijo que entre los afectados hay palestinos ancianos y enfermos.

La política de la ocupación israelí de ocultar la información relativa a los prisioneros y detenidos, además de no realizar pruebas PCR, impide a cualquier organismo legal u oficial tener una cifra exacta sobre el número de casos de COVID-19 desde su aparición en las prisiones israelíes.

La prisión de Ofer está sufriendo el mismo problema. El PPC informó hace unos días que más de la mitad de los detenidos se habían contagiado del virus, y acusó a la ocupación israelí de utilizar la pandemia como herramienta contra los cautivos.

La ministra de Sanidad palestina, Mai Al-Kaila, hizo un llamamiento a la comunidad internacional, a las organizaciones de derechos humanos y a las instituciones jurídicas para que rescaten a los presos encarcelados en las prisiones de la ocupación israelí, subrayando que la ocupación israelí no se preocupa por el bienestar ni la salud de los prisioneros palestinos, "y practica deliberadamente la negligencia médica contra ellos".

La Comisión de Asuntos de Detenidos y Exdetenidos informó que la ocupación israelí estaba retrasando los resultados de las pruebas de PCR de los reos palestinos, lo que aumenta el número de casos de COVID-19 dentro de la prisión.