Honduras resulta hoy uno de los 20 puntos críticos de hambre en el mundo, con altos niveles de miseria y más de tres millones de personas afectadas por la inseguridad alimentaria.

De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), difundidos por la mandataria Xiomara Castro en su discurso de investidura del 27 de enero, el 73,6 por ciento de los habitantes de este país es pobre y el 53,7 vive en condiciones de extrema pobreza.

Informes emitidos por la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) solicitaron acciones urgentes orientadas a la atención de la severa crisis y advirtieron sobre la gravedad del fenómeno.

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Entre las iniciativas recomendadas plantearon: el aumento de las capacidades para la captación de agua, el apoyo al cultivo del corredor seco y a la salud animal con kits de vacunación y tratamientos encaminados a la reducción de la mortalidad y la distribución de semillas forrajeras.

Los documentos ubican a Honduras como la única nación de Centroamérica presente en los 20 puntos críticos de hambre en el mundo, lista que comprende también a otros dos estados del área: Colombia y Haití, territorio casi siempre incluido en estudios similares.

El país de las cinco estrellas tiene en la escala número tres de la pobreza, alusiva a crisis, a casi tres millones de personas y a 600 mil ciudadanos en el cuarto apartado referido a emergencia, sumado a otros problemas como la ausencia de empleos, aumento de los precios y disminución del poder adquisitivo.

Los textos advierten sobre la agudización de esta realidad tras las pérdidas económicas causadas por la pandemia de la COVID-19 e identifican entre las más afectadas a las zonas norte y central, como resultado además de la ocurrencia de lluvias por debajo del promedio.