El enviado de la Unión Europea, Sven Koepmans, llevó una "oferta occidental" al Líbano para entablar un proceso de "paz" con la ocupación israelí bajo la llamada "solución final", en la que los europeos ofrecerían a los libaneses “tentaciones" de pan, medicina y electricidad, a cambio de la normalización con "Israel".

El chantaje europeo fue revelado por el diario libanés Al-Akhbar, que afirmó que "los europeos creen que el colapso es razón suficiente para iniciar negociaciones con el enemigo bajo sus auspicios".

Citando al enviado europeo, el periódico escribió: "Ustedes no son capaces de resolver sus crisis y no participaron antes en las negociaciones de paz. Ahora estamos ofreciendo las puertas abiertas al proceso de paz, que reflejará prosperidad para todos".

El delegado alegó que "el proceso de paz resuelve el problema energético en el Líbano de una vez por todas y permite a los libaneses producir electricidad e invertir adecuadamente los recursos de petróleo y gas", y que "el Líbano puede unirse rápidamente a un consorcio regional que incluye a Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Chipre, Grecia, `Israel´ y otros países, lo que ayuda a atraer inversiones y reactivar la economía".

La “oferta” europea al Líbano fue recibida con una fuerte condena por parte de los libaneses, donde el hashtag #Unidoscontralanormalización encabezó el sitio de Twitter en el Líbano.

Uno de los tuiteros confirmó que la propuesta de normalización a cambio de alimentos es rechazada por el Líbano, y dijo que “la resistencia continúa contra el sionismo y los sionistas”.

En otro tuit, un activista afirmó que “la normalización es una traición rechazada por todo pueblo árabe honorable y leal, especialmente los palestinos, y por cada sangre derramada a manos de los sionistas”.

Por su parte, una de las internautas escribió que la política de hambre y humillación que persiguen los aliados de “Israel” no logrará someter a Líbano a la normalización, y afirmó, “Somos un pueblo que no acepta humillaciones”.