Sri Lanka no descarta compra petróleo de Rusia
Primer ministro del país afirmó a AP que, a falta del crudo de otras fuentes, está abierto a que tengan que acudir a Moscú.
Sri Lanka podría llegar a importar más petróleo desde Rusia, mientras enfrenta una escasez de combustible en medio de una crisis económica sin precedentes y trata de asegurar los suministros del crudo y carbón de sus proveedores tradicionales en Oriente Medio.
"Si logramos conseguirlo de cualquier otra fuente, lo sacaremos de allí. De lo contrario, puede que tengamos que dirigirnos a Rusia de nuevo", declaró el primer ministro y ministro de Finanzas esrilanqués, Ranil Wickremesinghe, en una entrevista concedida a AP.
Al asegurar que el Gobierno está considerando a los países del golfo Pérsico como principales proveedores, Wickremesinghe indicó que no siempre pueden verificar la procedencia del petróleo que compran. "Hay mucho petróleo en circulación cuyo origen puede ser rastreado de forma informal hasta Irán o Rusia", explicó. "A veces podemos no saber qué petróleo estamos comprando", agregó.
La deuda externa de 51 mil millones de dólares de Sri Lanka, que suspendió el pago de unos
siete mil millones del monto total que debía costear este año, dejó al país sin dinero para sufragar las importaciones de productos básicos, y a sus ciudadanos, sin artículos de primera necesidad, como alimentos, medicinas, combustible e incluso el papel higiénico y cerillas.
Hace dos semanas, Sri Lanka compró un cargamento de 99 mil toneladas del crudo ruso para volver a poner en marcha su única refinería, dijo el ministro de Energía a los periodistas.
Wickremesinghe comentó esa información directamente y afirmó que no sabía si había más pedidos en trámite. En la entrevista, también señaló que Moscú les había ofrecido trigo.
Ante la escasez de alimentos que afecta tanto a los pobres como a la clase media, en Sri Lanka se triplicaron los precios de las hortalizas, al tiempo que el cultivo de arroz se redujo en un tercio. "Hemos pasado por tiempos difíciles. […] Pero no así. No había visto […] a la gente sin combustible, sin comida", confesó el primer ministro.