Es improbable un nuevo acuerdo nuclear con Irán, sostienen legisladores estadounidenses
Los legisladores dicen que la administración tiene una oferta sobre la mesa, pero que Irán está mostrando poca voluntad de restablecer el Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA), que impuso importantes restricciones a su programa nuclear a cambio de un alivio de las sanciones.
Senadores de ambos partidos informados recientemente por altos funcionarios de la administración Biden sobre las negociaciones con Irán dicen que dudan que Teherán acepte un nuevo acuerdo para limitar su desarrollo de armas nucleares.
Los legisladores dicen que la administración tiene una oferta sobre la mesa, pero que Irán está mostrando poca voluntad de restablecer el Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA), que impuso importantes restricciones a su programa nuclear a cambio de un alivio de las sanciones.
El ex presidente Trump retiró unilateralmente a Estados Unidos del acuerdo de 2015, que fue uno de los mayores logros de la política exterior de Obama.
Funcionarios de Biden dijeron en enero que estaban a punto de restaurar el acuerdo, pero advirtieron entonces que dependería de Teherán aceptarlo.
Según informes, cuatro meses después, Irán aún no ha mostrado ningún interés serio en aceptar la oferta de Estados Unidos y sus aliados europeos, lo que significa que una de las principales prioridades de política exterior del presidente Biden sigue en el limbo.
"No soy optimista de que vaya a haber tal acuerdo. La administración cree que estratégicamente tiene sentido mantener la oferta sobre la mesa, pero no veo el camino a seguir. Esa es mi opinión", dijo a The Hill el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, el demócrata Bob Menéndez.
Menéndez señaló que aceptar un nuevo acuerdo es una propuesta divisiva dentro de la clase política iraní, lo que está dificultando la reactivación del acuerdo.
"Creo que hay un conflicto dentro de Irán, por lo que no hay un camino claro hacia adelante", agregó.
El senador Ben Cardin (demócrata de Maryland), miembro principal de la Comisión de Relaciones Exteriores, declaró: "Simplemente no se sabe lo que piensan los iraníes".
"Mi opinión es que, en este momento, no está claro si los iraníes quieren un acuerdo o no. Hay algunos desacuerdos dentro del propio Irán. Estados Unidos ha presentado una propuesta. La pelota está realmente en el tejado de los iraníes", sostuvo.
Un senador republicano de alto rango en el panel de Relaciones Exteriores, que asistió a la sesión informativa de la administración el miércoles sobre las conversaciones, aseguró que las perspectivas de un acuerdo "no son alentadoras".
Y el senador James Risch (Idaho), el republicano de mayor rango en Relaciones Exteriores, dijo que no sabía lo que estaba ocurriendo en las conversaciones cuando se iniciaron, pero que ahora se ha puesto al día.
"Sí sé en qué punto están las negociaciones y deberían haber terminado. Nos prometieron que terminarían en febrero si no había un acuerdo", manifestó al referirse a lo que algunos senadores pensaron que era una garantía por parte de los funcionarios de la administración de no dejar que las conversaciones se prolongaran sin la participación de Irán.
Varios senadores afirmaron que hay indicios de que Irán no quiere cooperar con los aliados occidentales permitiendo la supervisión de su programa nuclear.
Estados Unidos, Gran Bretaña, Alemania y Francia presentaron un proyecto de resolución a la ONU a principios de este mes en el que criticaban a Irán por no explicar por qué se habían encontrado rastros de uranio en instalaciones nucleares no declaradas.
Otro senador que pidió el anonimato para hablar de las negociaciones comentó que Irán está haciendo "una demanda poco razonable" a la administración al pedirle que renuncie a la designación de su Guardia Revolucionaria Islámica como organización terrorista extranjera como parte de cualquier nuevo acuerdo nuclear.
"Las probabilidades de que consigan un acuerdo sin renunciar a eso son ínfimas", apuntó el legislador sobre la demanda de Irán.
La administración de Biden ha rechazado hasta ahora la petición.
El senador también citó el cierre de las cámaras de vigilancia de la ONU como algo problemático.
"La administración ha dicho públicamente que todavía está dispuesta a negociar un JCPOA 2.0, pero las acciones emprendidas por el régimen iraní lo hacen cada día más difícil. No creo que un acuerdo sea inminente", dijo.
Algunos expertos en política exterior creen que Irán está menos desesperado por el alivio de las sanciones que durante la administración Obama porque está recaudando importantes ingresos a través de las exportaciones de petróleo.
El presidente iraní Ebrahim Raisi señaló el mes pasado que las exportaciones de petróleo de su país se han duplicado desde agosto.
El Banco Central iraní informó en febrero de que había obtenido 18 mil 600 millones de dólares en ventas de petróleo durante la primera mitad del año persa, incluso antes de que la invasión rusa de Ucrania y el posterior embargo de las exportaciones de petróleo ruso hicieran subir los precios.
Danielle Pletka, investigadora del American Enterprise Institute especializada en política exterior y de defensa, dijo que "el problema es que la pelota está en el tejado de Irán".
Añadió que la administración ha "cedido una tonelada" en concesiones para conseguir que Irán acepte un nuevo plan, pero hasta ahora sin éxito.
"Los iraníes no han mostrado ninguna señal de cambio. Están exportando grandes cantidades de petróleo en este momento", comentó.
Estados Unidos anunció el mes pasado que impondría sanciones a una red de contrabando de petróleo apoyada por altos funcionarios del gobierno ruso y de la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria de Irán.
Los senadores enviaron una fuerte señal a la administración sobre sus conversaciones con Irán a principios de mayo, cuando una mayoría bipartidista votó a favor de una moción patrocinada por el senador James Lankford (republicano de Oklahoma) que prohibía al presidente retirar la designación de organización terrorista extranjera a la Guardia Revolucionaria.
Lankford subrayó que la moción pretendía enviar un mensaje desde el Senado de que "no queremos que Estados Unidos haga un acuerdo nuclear con Irán que ignore su comportamiento pasado y sus intenciones actuales".
Dieciséis demócratas, incluido el líder de la mayoría del Senado, Charles Schumer (Nueva York), se unieron a los republicanos para votar a favor de la medida.