Advierte Saná que el Mar Rojo no se convertirá en un lago israelí
El primer ministro del gobierno de Saná asegura que Yemen defenderá su jurisdicción sobre el estrecho de Bab al-Mandab para preservar la identidad árabe del Mar Rojo.
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El primer ministro del gobierno de Saná, Abdul Aziz bin Habtoor.
Yemen tiene la última palabra sobre la jurisdicción del estrecho de Bab al-Mandab para preservar la identidad árabe del Mar Rojo, frente a la conspiración estadounidense para convertirlo en un lago sionista, afirmó este lunes el primer ministro del gobierno de Saná, Abdul Aziz bin Habtoor.
En declaraciones a Al Masirah TV, Bin Habtoor afirmó que Bab al-Mandab es un corredor internacional y parte del territorio yemení por lo que, subrayó, "no permitiremos que el Mar Rojo se convierta en un lago israelí".
La firma de 19 acuerdos de cooperación refuta las noticias de los medios sobre una disputa saudí-estadounidense, recordó.
En ese sentido consideró que la visita del presidente estadounidense, Joe Biden, a la región reflejó la debilidad estadounidense. Con respecto a Yemen el comunicado de la cumbre de Jeddah, “es pura hipocresía y Arabia Saudita es una parte agresora y nunca ha sido un mediador", aseveró Bin Habtoor.
En su discurso, el jefe del gobierno de Saná indicó que "la coalición de agresión no fue sincera ni comprometida con los términos del acuerdo de tregua de la ONU".
El estrecho de Bab el-Mandeb, cuyo nombre significa literalmente la “puerta de las lágrimas”, por los riesgos que comprendía antiguamente su circulación, es una vía natural de navegación que separa Asia de África a través del mar Rojo y el golfo de Adén.
Asimismo, conecta el mar Rojo con el Mediterráneo a través del canal de Suez desde que se terminó su construcción en 1869 y desemboca en el océano Índico por el sur.