Analistas desestiman una intervención militar para Haití
El analista político y economista Camille Chalmers considera que se busca descartar toda posibilidad de conformar un proyecto popular y una posible conexión con Cuba y Venezuela.
La demanda para un despliegue de tropas extranjeras que contenga a pandillas que bloquean la circulación de combustibles en Haití es indignante, según consideró el analista político y economista Camille Chalmers.
A juicio del también director ejecutivo de la Plataforma Haitiana para el Desarrollo Alternativo, en la nación caribeña se construye actualmente una matriz de opinión pública que justifique una intervención militar.
“Crear una situación caótica, insostenible, de crisis humanitaria, son elementos para justificar una intervención militar que quieren hacer en Haití para asegurar un control absoluto del sistema político y descartar toda posibilidad de un proyecto popular y una conexión posible con Cuba o Venezuela”, señaló Chalmers.
La semana pasada el Consejo de Ministros dio luz verde al jefe de Gobierno, Ariel Henry, para solicitar el despliegue inmediato de una fuerza internacional especializada ante el riesgo de una crisis humanitaria de grandes proporciones.
El gabinete consideró que el bloqueo a las terminales petroleras por parte de los grupos armados tiene consecuencias catastróficas en el funcionamiento de los hospitales, disponibilidad de agua potable, reinicio de las escuelas y suministros de alimentos.
No obstante, para el analista el contexto actual fue fabricado, especialmente por la debilidad de la Policía que fue construida durante el mandado de la Misión de Naciones Unidas para la Estabilidad (Minustah) en el país.
Chalmers incluso apunta que a esas fuerzas del orden se les asignó un tipo de armamento que no era adecuado ni tampoco suficiente.
“Es una incapacidad construida, mantenida y reproducida para justificar la dominación y la intervención y en ese sentido se ha demostrado ampliamente las conexiones que existen entre esas pandillas y el poder ejecutivo”, subrayó.
De llevarse a término esta sería la segunda intervención militar en Haití en menos de cinco años, luego que la Minustah estuviera en territorio haitiano durante 13 años antes de finalizar en 2017.
Los detractores señalan que los resultados de la ocupación fueron controvertidos y cinco años después el país caribeño enfrenta un escenario peor que en 2004 cuando se desplegaron.
La crisis se incrementa en Haití además con el regreso de una posible nueva epidemia de cólera que ya dejó 16 personas muertas, según datos de Naciones Unidas.
Mientras, las autoridades sanitarias del país reportan al menos 184 hospitalizaciones por probables casos de contagio.