FMI advierte que la inflación conduce a la inseguridad alimentaria
El 12 por ciento de la población subsahariana enfrentará una grave hambruna a finales de este año.
Unos 123 millones de personas, el 12 por ciento de la población del África subsahariana, enfrentarán una grave inseguridad alimentaria a fines de año, según las Perspectivas económicas regionales semestrales del FMI publicadas el viernes último.
La cantidad de ciudadanos con afectaciones en el acceso a una alimentación adecuada experimentará un aumento del 50 por ciento frente a los 82 millones de habitantes antes de la pandemia de la Covid-19.
El aumento dramático se atribuye al fuerte golpe del coronavirus y los efectos secundarios del conflicto entre Rusia y Ucrania, junto con el empeoramiento de los disturbios y la sequía en algunas partes del África subsahariana.
"Lo que realmente nos preocupa es el hecho de que esto se suma a toda la dislocación causada por la pandemia", subrayó Abebe Selassie, director del Departamento de África del FMI.
"Estuve en Chad y realmente las condiciones allí en términos de seguridad alimentaria son realmente muy, muy horribles", manifestó.
Por otra parte, el funcionario anunció que Etiopía, Somalia y partes de Kenia estaban en camino de una quinta temporada de lluvia fallida.
La inflación anual de los precios de los alimentos en la región aumentó en más del 10 por ciento desde la segunda mitad del año pasado y la nueva perspectiva económica del FMI previó un alza en dos puntos porcentuales hasta el 8,7 por ciento.
El representante del FMI advirtió que Nigeria, Ghana, Etiopía, Malawi y Zimbabue podrían necesitar aumentar las tasas de interés más rápido o más decisivamente.
"Es un acto de equilibrio delicado al que se enfrentan los bancos centrales", puntualizó Selassie.
"La inflación es un impuesto insidioso sobre los más pobres", refirió.