El presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, tomará posesión del cargo, en una ceremonia en el Palacio del Planalto, sede del Poder Ejecutivo, donde estará acompañado por varias delegaciones extranjeras.

Asimismo, el exgobernador de Sao Paulo Geraldo Alckmin será juramentado como vicemandatario.

Al menos 18 jefes de Estado confirmaron su presencia: Alemania, Angola, Argentina, Bolivia, Cabo Verde, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Guinea-Bissau, Paraguay, Portugal, Surinam, Timor Oriental, Uruguay, Venezuela, Zimbabwe y España, que enviará al rey Felipe VI.

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Su predecesor Jair Bolsonaro recibió a diez jefes de Estado y 18 delegaciones durante su toma de posesión.

Historiadores aseguraron que el presidente electo constituye el mejor en la historia reciente nacional por su enorme programa de ayudas sociales, como Bolsa Familia, que ayudó a sacar a millones de personas de la pobreza.

Mientras, entre los países de América del Sur, hay gran expectativa sobre la posibilidad de restablecer proyectos en campos estratégicos. 

Por otra parte, en su primera conferencia de prensa, el canciller Mauro Vieira dejó claro que el objetivo de la política exterior de Brasil será "reconstruir puentes" y buscar el acercamiento con "nuestros vecinos sudamericanos" será una prioridad para la diplomacia del próximo gobierno.

Además, el jefe de la diplomacia brasileña aseguró el regreso  a la Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños) y Unasur (Unión de Naciones Suramericanas).