La aprobación de una nueva Constitución e incluirse entre las 10 mejores economías del mundo son prioridades para Turquía, según el presidente de esa nación Recep Erdogan.
  
Uno de los primeros objetivos del programa Siglo de Turquía, al cumplirse ahora el centenario de la creación de la República, es la aprobación de una Carta Magna que refleje aún más la voluntad popular, declaró el jefe de Estado al diario Yeni Safak.

Medios de prensa locales señalaron que Erdogan busca cambiar la Ley Fundamental de 1982, aprobada después de un golpe de estado militar en 1980, todo lo cual podría ocurrir después de las elecciones presidenciales, previstas para junio de este año.

También vemos a Turquía con posibilidad de situarse en la primera decena de países con mayor desarrollo económico, político, tecnológico, de defensa y diplomático, consideró el mandatario.

Gracias a nuestra política exterior activa, Turquía se convirtió en actor activo para garantizar la paz y la estabilidad regional y mundial, opinó el estadista, en alusión, por ejemplo, a su papel para alcanzar un acuerdo sobre exportaciones de cereales desde puertos ucranianos, apuntó el jefe de Estado.

El gobierno turco actuó como mediador entre Rusia y Ucrania, para, con el auspicio de la ONU, lograr un pacto en Estambul, en julio pasado, con el fin de crear un corredor seguro en el mar Negro que permitiera la navegación desde puertos ucranianos.

Un acápite se refería a la gestión de Naciones Unidas ante potencias occidentales para desbloquear las restricciones impuestas a Moscú y permitir la libre circulación de buques con cargas comerciales, incluido cereales, fertilizantes y otros productos a países necesitados.

Ankara también participa, junto con Rusia e Irán, en el grupo de garantías para una tregua general en Siria, aunque realiza una operación militar en el norte de ese país con el anunciado objetivo de enfrentar a formaciones kurdas, vistas como agrupaciones terroristas.