Decenas de migrantes provenientes de Turquía murieron y muchos otros siguen perdidos tras encallar con una barcaza en las rocas al sur de Italia.

La autoridad portuaria italiana encontró unas 80 personas vivas, algunas de las cuales nadaron unos 150 metros hasta tierra tras el naufragio a pesar del mal tiempo, relató a una televisora local un representante de la Cruz Roja italiana.

Por su parte funcionarios italianos hablaronn de unos 60 cuerpos recuperados y trasladados a un estadio en la cercana ciudad de Crotona.

Más de 170 migrantes viajaban a bordo de la embarcación, al parecer procedente del puerto de Esmirna.

La mayoría de los pasajeros procedían de Afganistán, Pakistán y Somalia, incluyendo mujeres y menores, quienes son mayoría entre los muertos recuperados, informaron funcionarios del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados y de la Organización Internacional para las Migraciones.

Tanto el gobierno italiano como la oposición expresaron su pesar ante el hecho y pidieron máxima cooperación a los países europeos y de origen y partida de este tipo de migración marítima irregular, para evitar que el Mediterráneo siga manchándose de sangre.