"Israel" preocupado por las declaraciones de Milley sobre Irán
Según Axios, el presidente del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos alarmó a la cúpula sionista por su pronunciamiento sobre el programa nuclear de la República Islámica.
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"Israel" preocupado por las declaraciones de Mark Milley sobre Irán.
Una declaración hecha por el general Mark Milley, jefe del Estado Mayor Conjunto de los Estados Unidos, sobre el programa nuclear de Irán, alarmó a los funcionarios de seguridad e inteligencia de "Israel", y hasta pidieron aclaraciones a la administración de Joe Biden, según informaron cuatro funcionarios sionistas al sitio web Axios.
En una audiencia en la Cámara de Representantes la semana pasada sobre el programa de la República Islámica, Milley ratificó el compromiso de Washington con la política de no permitir a Irán un arma nuclear de campo.
Las cuatro fuentes indicaron la impresión causada por la aclaración "de campo" entre los sionistas, y la posibilidad de un cambio en la política de Estados Unidos hacia Irán, al punto de tolerar la posesión de un sistema de armas nucleares por parte de esa nación.
Irán solo necesita dos semanas para producir suficiente uranio enriquecido al 90 por ciento y fabricar un arma nuclear, precisó Milley, afirmación que preocupó aún más a los israelíes.
Varios días después, en una reunión del Comité de las Fuerzas Armadas del Senado, el militar enfatizó el compromiso de EE.UU, esta vez sin utilizar "de campo", pero si habló sobre el tiempo necesario para producir el armamento.
La política de la Casa Blanca sigue siendo la misma, declaró Joseph Holstead, portavoz del Estado Mayor Conjunto, y consideró el uso de la frase inquietante como parte de la jerga militar.
El nuevo enfoque de la administración Biden, según Axios, muestra cuán preocupado está Washington por los recientes desarrollos de la República Islámica, mientras no descartó la diplomacia como medio para regresar al Acuerdo nuclear de 2015.
En la actualidad, Irán posee hasta 87,5 kilogramos de uranio enriquecido a una tasa del 60 por ciento, según el informe de la Agencia Internacional de Energía Atómica emitido a finales de febrero.
