Rusia quiere ver un futuro de paz, libertad y estabilidad, expresó el presidente Vladimir Putin este martes en su discurso desde la Plaza Roja con motivo de la conmemoración del  Día de la Victoria.

De acuerdo con el jefe de Estado, para Rusia no hay pueblos antipáticos y hostiles ni en Occidente ni en Oriente. 

La catástrofe del pueblo ucraniano es resultado de la manipulación de amos occidentales, quienes provocan conflictos, siembran el odio, la rusofobia, el nacionalismo agresivo y destruyen la familia, subrayó.

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Conforme al mandatario, la operación militar rusa en Ucrania está dirigida a la protección de los habitantes del Donbás y garantizar la seguridad del país ante la guerra desatada por la OTAN contra Moscú.

El líder ruso lamentó las acciones irrespetuosas hacia la memoria de los soldados de la Gran Guerra Patria (1941-1945) y la intención de “borrar” la heroicidad del pueblo con la profanación de los monumentos soviéticos en diferentes lugares del mundo.

En su intervención, Putin honró el valor de los soldados que en otros países hicieron frente a la expansión del fascismo.

Más de ocho mil militares, incluidos 530 combatientes de la operación militar en Ucrania, así como la columna mecanizada encabezada por el legendario Tanque de la victoria T-34-8 participaron en el desfile.

En el grupo de la técnica militar presentes en la parada estuvieron los vehículos blindados Tiger-M, BTR-82A, BMP, sistema de misiles operacional-táctico Iskander-M, lanzadores de misiles antiaéreos S-400 Triumph y móviles de misiles terrestres Yars; por primera vez, los últimos vehículos blindados Spartak y 3-STS Akhmat estuvieron en el desfile.

Asistieron a la ceremonia militar como invitados los presidentes de Armenia, Belarús, Kazajstán, Kirguistán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán.