Las fuerzas israelíes arrestaron a más de 50 mil niños desde 1967 hasta nuestros días. Los ataques contra ellos aumentaron después del estallido del levantamiento de Jerusalén en octubre de 2015.

Según informes del Centro Palestino de Estudios sobre Prisioneros, la ocupación mantiene hoy en las cárceles a 170 menores en condiciones infrahumanas y carecen de las normas internacionales mínimas sobre los derechos del niño y de los prisioneros.

Los pequeños están sujetos a agresiones sistemáticas y continuas por parte del ejército y la policía israelíes, quienes atacan su futuro y su condición psicológica y física por medio de la imposición de detenciones y sentencias injustas.

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El comunicado de prensa emitido por la referida organización no gubernamental con motivo del Día Internacional de los Niños Víctimas Inocentes de la Agresión, aprobado por Naciones Unidas, denuncia de la exposición de los menores palestinos a los arrestos intensivos, torturas durante los interrogatorios, disparos directos durante su arresto, castigo domiciliario, deportación e imposición de multas financieras.

Conforme al director de investigación del centro, Riad Al-Ashqar, la ocupación transgrede todas las leyes y tratados humanitarios, en particular la Convención sobre los Derechos del Niño.

Asimismo, subrayó la necesidad de brindar protección a los menores y sus vidas, así como oportunidades para el crecimiento y el desarrollo.