Crisis política en Países Bajos por tratamiento a refugiados
La actual administración asumió el 10 de enero de 2022 y este es el tercer gabinete liderado por Mark Rutte que no llega al final de la legislatura.
La coalición de centroderecha al frente de Países Bajos colapsó este viernes tras diferencias sobre el control de la inmigración.
El primer ministro, Mark Rutte, exigió la restricción de las leyes de reagrupación familiar para los refugiados de guerra en el país, la cual ampliamente rechazada por sus socios.
Los cuatro partidos que conforman el Gobierno llevan meses en desacuerdo sobre cómo gestionar la afluencia de acogidos.
La situación se tensó el miércoles, cuando el liberal Rutte puso sobre la mesa limitar a 200 los familiares de refugiados reagrupados al mes y un periodo de espera de dos años antes de viajar a Países Bajos.
Esa propuesta es considerada inviable por los progresistas, sobre todo por Unión Cristiana, partido para el cual el respeto a la familia es una línea roja.
La cúpula del gabinete no declaró aún cual será el próximo paso a seguir, pero entre las opciones está el adelanto inmediato de las elecciones o un intento de continuar en un Ejecutivo en minoría si alguno de los partidos quiere continuar con Rutte.
Suspender el derecho a reunificar a padres, hijos y pareja ya fue un tema inaceptable en las negociaciones de la coalición en 2021, y Rutte volvió a poner el mismo punto sobre la mesa esta semana.
Los aliados al primer ministro querían distinguir entre refugiados permanentemente amenazados (por motivos políticos, religiosos o de orientación sexual) y aquellos que huyen de su país por un conflicto armado “temporal” y deben volver cuando acabe la guerra.
Esta coalición llegó al Gobierno el 10 de enero de 2022 y desde entonces este es el tercer gabinete liderado por Rutte que no llega al final de mandato.