Estados Unidos y su culpa en la guerra en Ucrania
Los Estados Unidos en su infinito deseo de poner a Rusia de rodillas mantiene su apoyo y el de sus socios occidentales a Kiev, lejos de ayudar a buscar una salida por las vías pacíficas, pone más leña al fuego, con el consiguiente peligro de llegar a un conflicto nuclear.
Estados Unidos debería tomar la iniciativa en la búsqueda de la paz en Ucrania, opinó Doug Bandow, investigador principal del norteamericano Instituto Cato, en una valoración publicada en el sitio https://www.theamericanconservative.com.
También los aliados de la OTAN comparten la culpa del conflicto, por ignorar los intereses de seguridad y las advertencias de Moscú, razona Bandow, quien en su aproximación al tema señaló cómo el ataque "injustificado" de Rusia a Kiev y sus consecuencias horrendas son el resultado de una planificación de los grupos más extremistas de la política "gringa" para tratar de llevar al gigante auroasiático a una situación de vasallo.
Esta es una guerra por delegación, y aunque EE.UU. apuesta todo a ganar, es Moscú quien parece llevar la iniciativa, valoró el experto.
Los aliados occidentales apuestan cada vez más a una peligrosa derrota rusa y una improbable victoria ucraniana, en una crisis en que la apuesta más clara es sacrificar hasta "el ultimo ucraniano" con tal de poner de rodilla a los rusos, un empeño difícil, al parecer, indicó.
El analista puntializó que los estadounidenses imaginan estar en paz, pero la administración Biden, respaldada por la mayoría de los miembros de la élite de la política exterior de la Casa Blanca, libra una guerra por poderes (y algo más) contra Rusia en Ucrania.
En la capital es difícil encontrar información precisa sobre el conflicto, destacó; al tiempo que la ideología reina triunfante, y deja en Washington una burbuja en la cual nadie puede dudar de la victoria final de Kiev.
A propósito, señaló que incluso los medios de comunicación están plegados a la línea del gobierno.
Sin embargo, la última ofensiva de Ucrania parece haber consumido muchos hombres y mucho material, con escasos resultados territoriales.
¿Y si Kiev, y no Moscú, está cerca de la derrota?, cuestionó quien fuera asistente especial del presidente Ronald Reagan.
Occidente creó las condiciones para la guerra, pero stados Unidos y Europa destacan por su mojigatería y evitan rendir cuentas de sus actos, apuntó.
Bandow recordó que hace tres décadas, Madeleine Albright habló en nombre de Occidente al afirmar que "nosotros", (es decir, los dirigentes arrogantes y engreídos de EE.UU.) decidimos si cientos de miles de extranjeros muertos "merecen" la pena.
A su juicio, en contra de la prodigiosa propaganda de los aliados, la guerra no tiene nada que ver con la autocracia, la democracia o la agresión. Washington y Occidente apoyan de rutina, incluso con entusiasmo, a dictaduras asesinas cuando les conviene.
En otra parte de sus consideraciones repudió la culpabilidad occidental en la promoción del conflicto, Bandow señala que el temor declarado de Putin a que se produjera un despliegue de tropas y misiles no era irrazonable.
Occidente antepuso sus ambiciones a la paz. En los últimos meses aumentó el ruido de tambores para destruir a Rusia: cambio de régimen, democratización, confiscación, juicios por crímenes de guerra, desarme, incluso desmembramiento, agregó el experto.
Mientras, impulsar seriamente tales políticas garantizaría la continuación del conflicto y una posible escalada. Moscú no hará las paces en esos términos. Más bien, ante tales exigencias, lo más probable sería la resistencia aún con más fuerza, incluso recurriría a las armas nucleares si fuera necesario. La supervivencia del régimen se impondría incluso a la presumible oposición china.
Washington debe decidir su política en función de los intereses del país. Un conflicto abierto y cada vez más enredado contra una potencia nuclear con mucho más en juego es un mal negocio para el pueblo estadounidense.
Un acuerdo realista significa que Ucrania no recuperaría el territorio perdido en 2014o en el último año. De hecho, las conversaciones discretas pueden haber comenzado, lo cual podría explicar las últimas declaraciones de línea dura de Kiev.
A partir de ahora, estimaron expertos, o se va a una solución negociada, o la guerra se calentará hasta los extremos no deseados por nadie, y estaría sobre el tablero la confrontación nuclear.