Desilusión en Francia tras despedida del PSG de la Champions
Desilusionante, derrumbe e irracional son algunos de los calificativos en la prensa francesa tras el revés sufrido hoy por el Paris Saint-Germain (PSG) ante el Real Madrid, para despedirse de la Champions en los octavos de final.
Las críticas resultan fáciles de comprender, ya que los rojiazules se fueron al descanso con una ventaja 1-0 en la pizarra del Santiago Bernabéu, gracias otra vez al genial Kylian Mbappé, y de 2-0 en el global sumando la victoria de la ida, pero el duelo futbolístico terminó con un 1-3 adverso apenas 45 minutos después, en una remontada protagonizada por Karim Benzema con un hat-trick histórico.
Si bien el arquero Gianluigi Donnarumma y el defensor Marquinhos son los villanos del momento por facilitar cada uno de ellos una de las dianas del “Gato” Benzema, algunos medios van más allá a la hora del pago de los platos rotos, por un club diseñado a base de millones y de talento para conquistar Europa, sin éxito.
“Pochettino hacia la salida, Leonardo debilitado… esta eliminación dejará huellas”, refleja uno de los artículos del diario Le Parisien sobre el partido de vuelta en los octavos de final de la Liga de Campeones.
El técnico Mauricio Pochettino es señalado por cambiar el juego del PSG en el segundo tiempo hacia un modo defensivo, cuando parecía que los parisinos tenían para humillar a los merengues, que al final hicieron valer la frase de que en el más universal de los deportes la camiseta pesa, y más si es la del Real Madrid.
Le Parisien y L’Équipe hablaron esta noche de desilusión, mientras la cadena Franceinfo tildó el encuentro de pesadilla y de decepcionante la actuación de los visitantes, a los que atribuyó un derrumbe en su desempeño.
Por su parte, Le Figaro no escatimó elogios a un inmenso capitán madridista con su titular: “Excepcional, Benzema entierra a un PSG que ha vuelto a hundirse”.
La derrota rojiazul, y en particular los tres goles encajados en apenas 17 minutos, trajeron el amargo recuerdo de hace un lustro en el Camp Nou, donde el Barcelona, entonces con Messi y Neymar, borró el 4-0 parisino de la ida con una paliza 6-1 en los octavos de la Champions.