La Comisión Europea aboga por un puerto de carga único
En 2019 la humanidad generó 53,6 millones de toneladas de residuos electrónicos, dos más que en 2018 y nueve más que en 2014.
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La Comisión Europea aboga por un puerto de carga único
A principios de 2020 el Parlamento Europeo votó, con una aplastante mayoría a favor, para imponer un único conector para recargar los dispositivos móviles.La decisión final, sería tomada "antes de julio de 2020"; pero no ha sido así. Ahora, según Reuters, esto podría decidirse en septiembre de este año.
De producirse la migración a un solo tipo de conector, Apple se verá directamente afectada, ya que sus smartphones siguen usando el puerto Lightning. De hecho, la propia empresa se ha opuesto en alguna que otra ocasión a esta iniciativa, alegando que el puerto universal "ahoga la innovación".
Para el resto de fabricantes móviles no debería suponer un gran obstáculo gracias a la cada vez mayor penetración de puertos USB tipo C.
Aunque en años anteriores se planteó la posibilidad de usar el puerto microUSB, la realidad es que el el USB-C se ha impuesto en el mercado móvil.
De aprobarse esta legislación, los fabricantes tendrán que adoptar un tipo de puerto de carga común en sus smartphones.
En los últimos años la situación ha mejorado bastante: hemos pasado de tener 30 puertos diferentes en 2009 a tener mayormente tres: microUSB, USB tipo C y Lightning.
En 2018 la mitad de los dispositivos tenían microUSB, el 29% USB-C y el 21% Lightning.
El objetivo de este cargador común es claro: reducir la cantidad de desechos electrónicos.
Según expuso el Parlamento a principios del año pasado, el cargador único permitiría reducir la "basura electrónica", que solo en 2016 supuso 12,3 millones de toneladas. En la resolución también se reclamaron medidas para garantizar la interoperabilidad de los cargadores inalámbricos.
De acuerdo al informe Global E-Waste Monitor 2020 de las Naciones Unidas, solo en 2019 la humanidad generó 53,6 millones de toneladas de residuos electrónicos, dos más que en 2018 y nueve más que en 2014.
Eso, dicho de otra forma, significa que cada persona generó 7,3 kilos de residuos electrónicos de media.
Sea como fuere, esta información no es oficial, así que habrá que esperar hasta septiembre para ver si la Comisión Europea se pronuncia al respecto.