El turismo espacial de SpaceX y Virgin Galactic podría agotar la capa de ozono, indican investigadores
Los vuelos turísticos espaciales, una tendencia que se desarrolla desde hace tres años, ya casi ha duplicado la huella de la cosmonáutica en el calentamiento global.
La industria del turismo espacial afecta la atmósfera y puede resultar potencialmente en la pérdida de la capa de ozono, según advierte un equipo de científicos del Reino Unido y EE.UU.
Para estudiar los efectos ecológicos de esta creciente industria, los científicos modelaron en computadora el lanzamiento y el regreso de naves espaciales, determinando que las partículas de hollín emitidas por estos cohetes son casi 500 veces más eficientes en retener el calor en la atmósfera que las partículas emitidas por las demás fuentes de contaminación, principalmente, por la gran altura donde son expulsadas.
“Los lanzamientos de cohetes se comparan rutinariamente con las emisiones de gases de efecto invernadero y de contaminantes del aire de la industria aeronáutica, y demostramos en nuestro trabajo que eso es erróneo”, cita un comunicado del University College London a la coautora del estudio, Eloise Marais.
“Las partículas de hollín de los lanzamientos de cohetes tienen un efecto climático mucho mayor que los aviones y otras fuentes terrestres, por lo que no es necesario que haya tantos lanzamientos de cohetes como vuelos internacionales para tener un impacto similar”, agrega la científica.
El turismo espacial, una tendencia que se desarrolla desde hace tres años, ya casi ha duplicado la huella de la cosmonáutica en el calentamiento global, indican los investigadores, que calculan que hace 10 años la industria aumentaba el calentamiento en 3,9 mW/m2 y ahora lo hace en 7,9 mW/m2. Tanto el queroseno utilizado por SpaceX como los combustibles de caucho sintético usado por Virgin Galactic contribuyen a este efecto, subrayan.
Asimismo, dada la altitud en la que los cohetes emiten el hollín, este afecta gravemente a la capa de ozono en la estratosfera superior. "No esperábamos ver cambios de ozono de esta magnitud, que amenazan al progreso de la recuperación del ozono", agrega un colega de Marais, Robert Ryan, quien apunta que es necesario prolongar los estudios para poder evaluar el impacto del turismo espacial en el futuro.
“Todavía hay mucho que debemos averiguar sobre la influencia del lanzamiento de cohetes y las emisiones de reingreso en la atmósfera, en particular, el tamaño futuro de la industria y los tipos y subproductos de nuevos combustibles, como el metano líquido y los biocombustibles derivados”, concluye Ryan.