Roger Waters desafía el sionismo en el estadio del River en Argentina
Frente a quienes quisieron taparle la boca, el mítico cofundador de Pink Floyd reunió a 75 mil personas en un concierto en el estadio River Plate, en Buenos Aires.
Como si estuviéramos en la época de la censura del militar romano Marco Porcio Catón (140 años antes de Cristo), la justicia de Argentina acechó, manchó y obstaculizó la visita del cantante británico Roger Waters al país.
Ante los intentos de silenciarlo, el mítico cofundador de Pink Floyd reunió a 75 mil personas en un concierto en el estadio del club River Plate, en Buenos Aires.
Desde allí condenó por todo lo alto los crímenes perpetrados por "Isarel" en Palestina, habló sobre los desaparecidos en la nación sudamericana y llamó a luchar contra el fascismo.
“Tratan de callarme porque creo en los derechos humanos”, afirmó horas antes del evento y a continuación denunció: "se está cometiendo un genocidio ahora mismo, todos los días en la Franja de Gaza y Cisjordania y todos los territorios ocupados".
Con su canción The Powers That Be, el intérprete recordó a personas asesinadas por diversos motivos, como por ser mujer o ejercer el periodismo.
Tras Run Like Hell mostró las imágenes difundidas por Julian Assange sobre el asesinato de dos camarógrafos de Reuters y otros ocho civiles desde un helicóptero estadounidense en Irak.
Mientras miles de personas entonaron el tradicional “el que no salta es un militar” y agregaron más letras: “será que votaron por (Javier) Milei”.
Hace unos días, el artista llevó a cabo un evento similar en el Estadio Centenario, Montevideo, Uruguay, a pesar de negativas para acogerlo.