Descubren casos de modificación craneal en mujeres de la época vikinga
Los análisis comprobaron la existencia de solo tres cuerpos femeninos con estas características, y por tanto sugirieron una práctica extranjera.
Lucían diferentes, pero no era por su altura, sus curvas o su bonito rostro. La belleza de algunas mujeres de la época vinkinga enterradas en la isla del Gotland radicaba en la cabeza. En su cráneo alargado y en forma de cono, para ser más precisos.
Un equipo de científicos que estudió los restos humanos hizo referencia a ellos como evidencia de un contacto comercial con la región del Mar Negro.
Después del análisis, comprobaron la existencia de solo unos pocos cuerpos femeninos con estas características, y por tanto sugirieron una práctica extranjera.
En un artículo publicado en la revista Current Swedish Archaeology, los expertos asociaron esa deformación a vendajes realizados después de su nacimiento, tal vez para destacar su posición de clase alta.
Aunque no está claro si algún peinado disfrazaba el cambio, "supongo que la apariencia extraña (o más bien alienígena) era visible", afirmó el profesor Matthias Toplak, del Museo Haithabu en Alemania.
Trabajos anteriores atribuyeron esas transformaciones a los nómados hunos, que invadieron Europa desde Asia durante los siglos IV y V.
Junto a estos singulares hallazgos, los expertos realizaron otro igual de sorprendente, o tal vez más: la mayoría de los hombres presentaron unas curiosas modificaciones dentales en forma de surcos.
Durante décadas, la ciencia interpretó de diversas maneras marcas similares, desde considerarlas rastros de esclavos hasta algún tipo de simbología de la élite guerrera.
Pero un análisis más en profundidad sugiere su empleo como algún tipo de identificación entre comerciantes.
Estos ejemplos ilustran cómo la alteración física era utilizada por las comunidades antiguas y su plena aceptación en la sociedad vikinga (793 a 1066 después de Cristo).