Eduardo Sosa: El adiós a un ícono de la música de Cuba
Si algo distinguió al trovador hasta sus últimos días fue la devoción por su pueblo humilde, y el orgullo de ser guajiro.
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Eduardo Sosa: El adiós a un ícono de la música de Cuba
El cantautor de Cuba Eduardo Sosa tenía 52 años cuando la muerte le sobrevino de forma prematura, en la madrugada de este 12 de febrero.
Quien disfrutó su música en la Cruzada Cultural de Guantánamo, poco antes del fatídico accidente cerebrovascular, no imaginó por un segundo la noticia que conmueve a la isla entera.
Si algo distinguió al trovador hasta sus últimos días fue la devoción por su pueblo humilde, y el orgullo de ser guajiro.
Nunca renegó de su origen santiaguero, no perdió el acento que lo distinguía y sus canciones profesaban un profundo amor por su tierra.
Lo amparó una trayectoria iniciada a los 12 años, cuando entró al Movimiento de Artistas Aficionados.
Desde un principio destacó su lírica y estilo peculiar, avalado por numerosos premios durante su paso por el Instituto Superior Pedagógico Frank País García, de Santiago de Cuba, donde cursó la licenciatura en Educación Musical.
Su carrera profesional comenzó en 1997, con el dúo Postrova, que suscitó de inmediato la atención de la crítica y el público por su calidad artística.
En 2003 emprendió su carrera en solitario y extendió su música a todo el país con éxitos de su autoría como Mañanitas de montaña, Retoño del monte, El son de Contramaestre y A mí me gusta, compay.
El público recuerda especialmente su musicalización de los versos sencillos de José Martí y sus versiones originales de temas emblemáticos de la cancionística cubana, como La Bayamesa, de Carlos Manuel de Céspedes, José Fornaris y Francisco Castillo.
Paralelo a su prolífica obra como cantautor, desarrolló una ardua labor como gestor cultural, especialmente al frente del Comité Organizador del Festival de la Trova Pepe Sánchez, de Santiago de Cuba, y como vicepresidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba.
Más allá del ámbito cultural, Eduardo Sosa destacó por su compromiso con la Revolución y las causas justas de los pueblos, ideales que defendió en escenarios nacionales y foráneos.
En 2023 fue electo diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular en su Décima Legislatura, por el municipio Díez de Octubre.
A lo largo de su trayectoria artística, recibió múltiples reconocimientos, tales como: la Distinción por la Cultura Nacional, las medallas Raúl Gómez García, Abel Santamaría y Alejo Carpentier y la réplica del machete del Generalísimo Máximo Gómez.
La calidad de su obra como compositor, sus excepcionales dotes como intérprete, su raigal cubanía y su compromiso con la Revolución, le otorgaron de la admiración y el cariño de su pueblo.