Él recién llegaba de la ciudad iraquí Najaf, y en la aldea de Abbasiyeh, Líbano, quería saberlo todo sobre su prometida. 

Fátima Yassin era aún muy joven. Mientras, Hassan Nasrallah continuaba sus estudios en el seminario de Baalbek y empezaba a representar al movimiento Amal en la región. La belleza de la joven, originaria del sur, lo intimidaba.

Ella no pudo hacer otra cosa: se enamoró de aquella sonrisa perfecta. Se casaron en 1978.

De su unión nació su hijo Hadi en 1982. Pero llegó la ocupación de “Israel” y Nasrallah, a cargo del Buró Político central de su organización, aprendió cuán amarga es la miseria del sionismo.

Estaba seguro que debía hacer algo para expulsar al colonialismo del país, tal como entraron aquellas tropas, por la fuerza, sin pactos ni diálogos que cedieran terreno. Un viejo amigo del seminario iraquí, Abbas al-Moussawi, le habló de esta forma de lucha cuando fundaron Hizbullah.

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Fátima pensaba en él. Cada noticia sobre la nueva resistencia era un sobresalto. Nasrallah ascendía, asumió primero el cargo de jefe adjunto de la región de Beirut y luego se convirtió en miembro del Consejo de la Shura, el máximo órgano de liderazgo.  

El extraordinario orador y joven líder encontraba consuelo en sus hijos Muhammad Javed, Zainab y Muhammad Ali.

Pero el sionismo, como los lobos aulló, y acercó la tragedia: el asesinato de su amigo al-Moussawi obligó a Nasrallah a asumir el cargo de secretario general de Hizbullah.

Fátima y él se vieron obligados a cambiar de residencia, de protegerse. Ella permaneció alejada de los medios, sin sospechar que pronto daría su último abrazo a Hadi.

En 1997 su hijo de 18 años moriría en un enfrentamiento con los israelíes. En entrevista con Al-Manar, Nasrrallah describió el momento:

“Supuse que Hadi podría estar entre los jóvenes que estaban en la operación, sobre todo porque cuando se despidió de mí dijo que tal vez me permitieran participar en una operación peligrosa. Sin embargo, no les pregunté si Hadi estaba entre ellos o no, porque para mí, estos tres jóvenes son como Hadi”.