China logró un hito importante en su lucha contra la desertificación al terminar la plantación de un cinturón verde de bloqueo de arena de tres mil 46 kilómetros de largo alrededor del desierto de Taklamakán. 

El proyecto de la barrera ecológica, en desarrollo desde hace unos 40 años, tiene como objetivo garantizar la estabilidad de la producción agrícola, proteger la infraestructura local, así como impulsar las oportunidades regionales.

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Además, forma parte del Programa Forestal de los Tres Cinturones de Protección del Norte del país, el más grande del mundo para combatir la desertificación. 

Desde 1978, el gigante asiático amplió su superficie en 32 millones de hectáreas en el marco de la iniciativa. 

Muchos prevén que la superficie de forestación abarque más de cuatro millones de kilómetros cuadrados en 13 regiones. 

Taklamakán, el desierto del país más grande, conocido como el "mar de la Muerte", ubicado en el noroeste de China, es el segundo más grande del mundo.