La Luna de Fresa, uno de los nombres tradicionales del cuerpo celeste que usaban los nativos americanos, protagonizará el cielo nocturno el próximo 11 de junio.

Según el portal astronómico starwalk.space, esta fase traerá consigo una particularidad destacable: en el hemisferio norte será la más baja hasta 2043 y permanecerá inusualmente cerca del horizonte, mientras en el sur será la más alta hasta el mismo año.

Para quienes deseen observar la ocasión, las horas previas al amanecer ofrecerán las condiciones óptimas, gracias a la oscuridad del cielo nocturno.

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Esta será la última Luna llena antes del solsticio de junio (21 de junio), que marcará el inicio del verano astronómico al norte del ecuador y del invierno en las latitudes meridionales.

Las tribus Algonquin de América del Norte la llamaban Luna de Fresa porque para ellos junio era la temporada de cosecha de fresas.

Por lo tanto, el nombre no se basa en las características de la apariencia del satélite natural, sino en las del mes.

Este evento también recibe otras denominaciones: Luna Rosa, de Miel o Caliente en la zona boreal, y Luna de la Noche Larga en la región austral.