EE.UU. e "Israel" empujan al colapso a la UNRWA
La única agencia de ayuda que podría evitar la hambruna en Gaza se enfrenta a una crisis existencial
Mientras la hambruna se avecina en el norte de Gaza, la agencia de las Naciones Unidas para los refugiados palestinos camina hacia el colapso.
"Lo que puedo decir hoy es que podemos llevar a cabo nuestra operación hasta finales de mayo, mientras que hace un mes solo tenía visibilidad para la próxima semana o dos", expresó el jefe de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA), Philippe Lazzarini, a los periodistas en Ginebra la semana pasada, pocos días después de que "Israel" le negara la entrada a Gaza.
"Pero esto también demuestra lo mala que es la situación financiera de la organización", comentó.
La crisis monetaria obedece en parte a una decisión fatídica de Estados Unidos.
Cuando "Israel" acusó a una docena de los 13 mil empleados de la UNRWA en Gaza de facilitar los ataques del 7 de octubre, los funcionarios estadounidenses inmediatamente suspendieron la financiación de la organización en espera de una investigación y muchos otros donantes hicieron lo mismo, dejando a la UNRWA luchando por mantenerse a flote.
Desde entonces quedó claro que las acusaciones de "Tel Aviv" se basaban en pruebas poco definitivas y esta revelación llevó a la mayoría de los financiadores a volver a abrir el grifo, pero Washington con sus bolsillos inusualmente profundos, ahora tiene prohibido cambiar de rumbo.
Hace menos de dos semanas, el Congreso aprobó una ley para bloquear toda financiación para la UNRWA hasta marzo de 2025.
El momento de esta decisión es nada menos que desastroso, según el exportavoz de la organización humanitaria Christopher Gunness.
“Ya se ha producido una hambruna masiva, pero sin la UNRWA es imposible siquiera frenarla”, consideró.
A pesar de las afirmaciones de "Israel" en sentido contrario, no hay manera de reemplazar el papel de la UNRWA en Gaza, especialmente en medio de la mayor crisis humanitaria palestina desde hace décadas.
Los analistas temen que posibles interrupciones en las operaciones de la agencia en todo el Medio Oriente, incluso en Siria, devastada por la guerra, y en el Líbano, desgarrado por la crisis, puedan socavar aún más la estabilidad regional.
Un portavoz del Departamento de Estado indicó que hacer llegar ayuda a los palestinos en Gaza es un "esfuerzo de equipo". "Si bien continuaremos brindando financiamiento a organizaciones como el Programa Mundial de Alimentos (PMA), buscaremos que otros donantes continúen aportando a la UNRWA mientras nuestro financiamiento permanezca en pausa", informó el portavoz en una declaración.
Sin embargo, organizaciones como el PMA simplemente no tienen la capacidad de llenar el vacío creado al quitarle fondos a la UNRWA, indicó un funcionario que trabaja para llevar ayuda a Gaza y que solicitó el anonimato para evitar represalias israelíes.
“El trabajo que ellos hacen en el día a día, nadie más lo hace", expresó
Una relación de amor-odio
A décadas de su fundación, puede ser fácil olvidar de dónde vino la UNRWA. En un sentido práctico, surgió de la necesidad de llevar ayuda a 700 mil refugiados palestinos cuando quedó claro que "Israel" no les permitiría regresar a sus hogares después de la guerra de 1948. Pero ideológicamente, la historia de la UNRWA comienza en el Valle de Tennessee.
En la década de 1930, el Congreso lanzó un proyecto del New Deal conocido como Autoridad del Valle de Tennessee (TVA).
La TVA fue una iniciativa de desarrollo; reclutó a algunos de los más afectados por la Gran Depresión y los puso a trabajar en la construcción de represas, aumentando el rendimiento de los cultivos y llevando electricidad a las comunidades rurales. Fue, según la mayoría de las cuentas, un gran éxito.
Después del desastre humanitario de la guerra de 1948, el presidente Harry Truman esperaba que el jefe de TVA, Gordon Clapp, pudiera llevar ese éxito a Medio Oriente.
Con el apoyo de la incipiente ONU, que aún no había creado una agencia para los refugiados, Clapp visitó la región en 1949 y se convenció de que el valle del Jordán y otras zonas fértiles del Levante estaban maduras para un desarrollo al estilo TVA.
La Asamblea General de las Naciones Unidas estuvo de acuerdo y nació la Agencia de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas.
Las “obras” no tardaron en desaparecer de la misión. Los proyectos de desarrollo fracasaron, incumpliendo los plazos debido a las luchas internas entre los países de acogida y la falta general de voluntad de los refugiados de ser reubicados una vez más.
"La mayoría de los refugiados se negaron a trabajar", puntualizó el experto en la historia de la UNRWA e investigador asociado en el Insitut français du Proche Orient (Ifpo), Jalal al-Husseini.
"Querían volver a casa". Los estados donantes también se dieron cuenta de que las obras públicas a gran escala son bastante más caras que los proyectos de ayuda más sencillos.
Las otras actividades de la UNRWA (desde escuelas hasta centros de salud y distribución de ayuda) tuvieron mucho más éxito. La organización brindó ayuda muy necesaria a los gobiernos de Siria, Jordania y Líbano, los cuales tenían poca capacidad para gestionar la afluencia de refugiados por sí solos.
Aparte de un breve período a principios de la década de 1950, "Israel" tuvo poco que ver con la UNRWA hasta 1967, cuando sus fuerzas derrotaron a Egipto, Jordania y Siria en la provocativamente llamada Guerra de los Seis Días.
La conquista creó un problema: como potencia ocupante, "Israel" de pronto quedó a cargo del bienestar de millones de palestinos. "Tel Aviv" rápidamente llegó a un acuerdo con la UNRWA para mantener sus operaciones en Cisjordania y la Franja de Gaza.
Dado que la gran mayoría del personal local de la UNRWA es palestino, el régimen sionista nunca vio a la agencia como una organización neutral, independiente e imparcial de la ONU, según Lex Takkenberg, un veterano de 30 años de la UNRWA que dejó la agencia en 2019.
"Comenzó con una solicitud explícita de Israel para que la UNRWA continuara operando", dijo Takkenberg. "Desde entonces, ha habido una especie de relación de odio y amor".
Desde la década de 1960, "Israel" se ha lamentado periódicamente del contenido de los libros de texto de la UNRWA o ha acusado al personal de tener vínculos con grupos políticos palestinos (u organizaciones terroristas, según "Tel Aviv"), provocando el escrutinio de los donantes occidentales.
La UNRWA responde eliminando el contenido objetable de los cursos y despidiendo a empleados con aparentes conflictos de intereses. A lo largo de los años, estos vaivenes obligaron a la agencia a desarrollar un “marco de neutralidad” integral para mantener la política fuera de su trabajo.
En esencia, las acusaciones del 7 de octubre fueron la última entrada en esta historia. Los funcionarios israelíes hicieron acusaciones de que los empleados de la UNRWA facilitaron los ataques, pero aún no han proporcionado pruebas, ni siquiera a los investigadores de la ONU.
Pero la reacción de los donantes fue diferente. Si bien la Corte Internacional de Justicia ha exigido dos veces un aumento de la ayuda a Gaza para evitar un desastre, la mayoría de los países occidentales suspendieron el apoyo al principal grupo de ayuda de la franja. Muchos han reiniciado su financiación, pero Estados Unidos, el Reino Unido y Australia todavía se resisten.
“Prohibir a la administración Biden contribuir a la UNRWA crea una gran brecha en el presupuesto operativo anual de la Agencia”, indicó el jefe de la oficina de la UNRWA en Washington, William Deere.
El déficit “hará más difícil para la UNRWA ayudar a los hambrientos habitantes de Gaza y potencialmente debilitará aún más la estabilidad regional”, argumentó Deere.
La UNRWA, por supuesto, no es ajena a las crisis. Cuando el Iraq de Saddam Hussein invadió Kuwait en 1990, "Israel" impuso un toque de queda general en Cisjordania y Gaza, dejando a muchos palestinos con acceso limitado a los alimentos.
De acuerdo con Takkenberg, la rápida movilización de la UNRWA evitó que la situación empeorara.
“Organicé distribuciones masivas de alimentos durante los breves períodos en los que Israel levantó el toque de queda para que la gente pudiera recoger alimentos en los puntos de distribución”, recordó.
En el tumultuoso período transcurrido desde entonces, la UNRWA ha logrado mantenerse a flote y brindar ayuda en todo el Levante a pesar de las guerras y el bloqueo en Gaza; un conflicto brutal en Siria; y una crisis económica prolongada en el Líbano.
Cuando el presidente Donald Trump cortó la financiación en 2018, fue una sorpresa. “Descubrimos que los estadounidenses no nos iban a dar su dinero cuando el cheque no llegó por correo”, recordó Gunness, el ex portavoz.
Este equivalente diplomático de un adiós irlandés encendió un fuego entre el personal de la UNRWA, que puso a toda marcha sus esfuerzos de recaudación de fondos y llenó el vacío con promesas de los países ricos del Golfo. Incluso el Primer Ministro israelí, Benjamín Netanyahu, supuestamente respaldó el esfuerzo por evitar el “desastre” en Gaza.
Sin embargo, todas estas crisis palidecen en comparación con el juicio que enfrenta la organización hoy. Hasta ahora, los donantes del Golfo no han logrado llenar el vacío dejado por la decisión de Estados Unidos de cortar la financiación. Al menos 154 empleados de la UNRWA han muerto desde el 7 de octubre y muchas de sus instalaciones han sido destruidas en el bombardeo.
Estos ataques directos han ido acompañados de un esfuerzo de relaciones públicas israelí sin precedentes para desacreditar a la organización, todo ello con el respaldo sustancial de un presidente demócrata de Estados Unidos.
Activistas israelíes han argumentado durante mucho tiempo que la UNRWA es ilegítima en algún sentido fundamental, lo que perpetúa el sueño de que los palestinos eventualmente regresarán a casa. Ahora, varios miembros del gabinete de Netanyahu se oponen públicamente a la existencia misma de la UNRWA.
"Israel" está trabajando activamente para socavar a la UNRWA. En enero, el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, bloqueó un gran envío de ayuda estadounidense para impedir que llegara a la UNRWA. La ONU afirma que los funcionarios israelíes están reteniendo visas para trabajadores humanitarios afiliados a la agencia.
"La UNRWA es parte del problema y ahora dejaremos de trabajar con ellos", manifestó un portavoz israelí la semana pasada. "Estamos eliminando activamente el uso de la UNRWA porque perpetúan el conflicto en lugar de intentar aliviarlo".
"Israel" permite que sólo una pequeña cantidad de ayuda entre a Gaza cada día. Actualmente hay hasta 30 mil camiones estacionados en Egipto esperando cruzar la frontera, según un funcionario jordano.
“Hay camiones que llevan tres meses en la frontera”, señaló a RS el trabajador humanitario. "Hay todo tipo de restricciones locas que no tienen sentido, ni siquiera desde el punto de vista de la seguridad". El funcionario agregó que les confiscaron equipos médicos y alimentos durante las inspecciones.
Esto ha dejado a la UNRWA, y a Gaza en su conjunto, al borde del colapso. "Israel" y sus partidarios occidentales probablemente se arrepientan de su papel en llevar la crisis a este punto, según argumentó Gunness.
“Cualquier gobierno donante, especialmente aquellos que son amigos de "Tel Aviv", que piensan que de alguna manera redunda en beneficio de los intereses de seguridad de "Israel" tener a millones de personas enojadas, hambrientas, de luto y afligidas, viviendo en espantosos campos de refugiados a las puertas de "Israel", me pregunto en qué planeta viven”, sentenció.