El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, expresó el miércoles que está considerando una solicitud de Australia para retirar los cargos contra el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, quien es acusado por exponer documentos confidenciales que revelan los crímenes de guerra norteamericanos.

De acuerdo con lo divulgado, el gobierno australiano aumentó recientemente su presión sobre la administración Biden para poner fin a su persecución contra Assange, que es ciudadano de ese país.

Cuando se le preguntó sobre la solicitud australiana, Biden dijo: "La estamos considerando".

El Departamento de Justicia de Estados Unidos acusó por primera vez a Assange en virtud de la Ley de Espionaje durante la administración Trump en 2019, lo que llevó a su arresto en la embajada de Ecuador en Londres y su encarcelamiento en la prisión de Belmarsh, donde todavía se encuentra detenido en la actualidad.

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Assange enfrenta 17 cargos de espionaje y un cargo de conspiración para cometer una intrusión informática por publicar documentos filtrados a WikiLeaks por la ex soldado del ejército Chelsea Manning en 2010.

Publicar documentos clasificados obtenidos por una fuente es una práctica periodística estándar. Si Assange es condenado, sentaría un grave precedente para la libertad de prensa en Estados Unidos y en todo el mundo.

Los comentarios de Biden sucedieron después de que el Tribunal Superior de Londres dictaminara que Assange podría tener una oportunidad de presentar una apelación limitada contra la decisión del Ministro del Interior británico de extraditarlo a Estados Unidos. 

Sin embargo el gobierno estadounidense tiene la posibilidad de evitar la apelación si ofrece “garantías” que satisfagan al tribunal.

El Wall Street Journal informó recientemente que Washington podría estar buscando un acuerdo de culpabilidad para Assange, aunque su equipo legal negó que el gobierno de Estados Unidos estuviera buscando algo similar.

Un acuerdo de culpabilidad podría sentar un mal precedente si criminaliza la relación periodista-fuente.

WikiLeaks pidió a los estadounidenses presionar a la administración Biden para detener su persecución de Assange a través de un proyecto de ley presentado por el representante Paul Gosar (R-AZ) que exige a la Casa Blanca retirar los cargos contra el periodista australiano.