Fuerzas israelíes son acusadas de fracasos militares y morales en Gaza
El primer fracaso de las fuerzas israelíes es estratégico, en esto, la culpa recae principalmente en los políticos y en particular en el primer ministro, Benjamín Netanyahu, que negó a tolerar que cualquier fuerza palestina alternativa tome el control de Gaza.
En las primeras horas del 7 de abril, la 98 División de las Fuerzas de Defensa de "Israel" (FDI) se retiró de Khan Younis, la segunda ciudad más grande de Gaza, exactamente seis meses después del ataque de Hamas del 7 de octubre.
"Israel" contó con el apoyo de gran parte de Occidente cuando envió su ejército a la Franja. Medio año después, gran parte de Gaza está en ruinas y más de 33 mil palestinos murieron, según el Ministerio de Salud de Gaza.
La población civil se enfrenta al hambre. "Israel" perdió la batalla por la opinión pública mundial. Incluso sus aliados más cercanos como Estados Unidos, están considerando limitar los envíos de armas.
Gran parte de las críticas se centran en las fuerzas armadas de "Israel". Las llamadas FDI han constituido la institución más querida de la sociedad israelí.
Aferrarse firmemente a la visión de las FDI como efectivas y morales es esencial para la imagen que los israelíes tienen de sí mismos, pero ahora se le acusa de dos fracasos catastróficos.
Primero, no lograron sus objetivos militares en Gaza y en segundo lugar actuaron de manera inmoral y violaron las leyes de la guerra.
Las implicaciones tanto para las FDI como para "Israel" son profundas.
El ejército de "Israel" es considerado como uno de los más avanzados del mundo en el uso de tecnología. Sin embargo, las FDI son también un ejército popular, que depende tanto de reclutas como de reservistas que representan una amplia muestra representativa de la sociedad.
Muchos de los 300 mil reservistas que "Tel Aviv" llamó a filas viven en asentamientos en la ocupada Cisjordania. Unidades regulares del ejército pasaron gran parte de su tiempo allí vigilando la ocupación. Esto ha tenido una influencia adversa en su actitud hacia los palestinos, según muchos funcionarios.
Cualquier evaluación de los éxitos y fracasos operativos de las FDI en la guerra en Gaza debe considerar la singularidad de la zona de guerra. Gaza es un enclave densamente poblado y en gran parte urbano.
Hamas pasó los últimos 17 años de su gobierno integrando su infraestructura militar en el paisaje civil y construyó una vasta red de túneles.
Pero el ejército de "Israel", en el mejor de los casos, sólo ha logrado a medias los objetivos de guerra de sus políticos: destruir las capacidades militares de Hamas; sacarlo del poder en Gaza; y rescatar a los rehenes.
Las FDI afirman haber matado a unos 12 mil militantes. Con los miles de heridos o capturados, eso representa alrededor de la mitad de la estimación anterior a la guerra de 40 mil. Las capacidades militares de Hamas se han visto drásticamente restringidas.
Hamas está lejos de ser destruido. De los tres hombres que se cree que planearon los ataques del 7 de octubre, se cree que sólo uno, jefe del Estado Mayor Militar de Hamas, Marwan Issa, fue asesinado.
Muchos otros comandantes de campo han sido asesinados, pero los combatientes de la resistencia todavía están tendiendo emboscadas a las fuerzas israelíes en toda Gaza y el grupo se está reafirmando en áreas que las FDI han abandonado.
El primer fracaso de las FDI es estratégico y en esto, la culpa recae principalmente en los políticos y en particular en el primer ministro, Benjamín Netanyahu, que negó tolerar que cualquier fuerza palestina alternativa tome el control de Gaza.
Las violaciones del ejército de "Israel" en Gaza
Después del 7 de octubre, los altos comandantes de las FDI estaban “motivados por profundos sentimientos de culpa y humillación”, explica el coronel retirado Reuven Gal, miembro del Instituto Samuel Neaman, un centro de investigación de políticas en "Israel".
Era un joven oficial de infantería en la Guerra de los Seis Días y llegó a convertirse en el psicólogo jefe del ejército. “En lugar de detenerse esta vez para pensar y planificar, [el ejército] entró rápido y con fuerza para restaurar el orgullo perdido”.
Por su parte, el general de división Noam Tibon, un comandante de cuerpo retirado, cuenta que el 7 de octubre corrió al kibutz de su hijo cerca de Gaza, liberando él solo a su joven familia. Sobre los últimos acontecimientos analiza en retrospectiva que las FDI deberían haber entrado primero en Rafah.
Cree que sus antiguos colegas tenían “la ilusión de que entrar primero en la ciudad de Gaza quebraría psicológicamente a Hamas, al quitarles sus símbolos de gobierno”. Sin embargo, sostiene “toda la charla sobre el desmantelamiento de sus brigadas y batallones es tontería. Siguen siendo un movimiento que no necesita comandantes para luchar hasta la muerte”.
Muchos oficiales en servicio denuncian el énfasis que las FDI han puesto, tanto interna como públicamente, en cuántos combatientes de Hamas han sido asesinados, en lugar de adoptar un enfoque más estratégico. "¡No quiero ser Westmoreland!" anunció un general de alto rango involucrado en la dirección de operaciones, al comienzo de la guerra, refiriéndose al comandante de las tropas estadounidenses en Vietnam que se jactaba del recuento de cadáveres de sus hombres.
El segundo fracaso de las FDI es la forma en que el ejército ha llevado a cabo esta guerra, específicamente los altos niveles de destrucción y muertes de civiles. Las FDI cuestionan el número de muertos del Ministerio de Salud dirigido por Hamas, diciendo que muchos de los muertos son militantes, pero el número de civiles asesinados es sin duda extremadamente alto.
Esto se debe a dos factores principales: primero, directivas operativas que permiten ataques incluso cuando la probabilidad de matar a civiles sea significativa; y segundo, la falta de disciplina dentro de las FDI a la hora de adherirse incluso a esas reglas.
Las FDI tienen una sala de guerra que rastrea los niveles de población en cada área de Gaza y emite advertencias, a través de folletos, redes sociales, llamadas telefónicas y mensajes de texto a los civiles, para que se aparten del peligro. No obstante ,ninguna parte de Gaza ha quedado nunca totalmente libre de civiles.
Un área en el mapa de población que la sala de operaciones actualiza constantemente se considera “verde” cuando queda menos del 25 por ciento de la población original, incluso entonces, los oficiales que la monitorean admiten que, en última instancia, sus evaluaciones son meras “recomendaciones” para los comandantes en el campo.
“Las órdenes de llevar a cabo ataques se dieron de conformidad con el derecho internacional humanitario”, insiste un oficial del cuerpo jurídico de las FDI que ayudó a asesorar a esos comandantes. “Pero la política sobre el nivel de potencia de fuego ha cambiado. Los ataques son más devastadores en esta guerra porque el objetivo aquí es destruir a Hamas."
Las FDI han utilizado ataques con drones, o “asesinatos selectivos”, para matar a militantes durante dos décadas. En el pasado dichos ataques eran autorizados por oficiales de alto rango en la cadena de mando.
Por el contrario, en algunos momentos durante esta guerra hubo más de 20 cuarteles generales diferentes con oficiales de diversa experiencia convocando ataques. "Nunca tuvimos la oportunidad de recurrir a tal variedad de poder aéreo, desde drones hasta aviones de combate F-35", dijo un oficial de reserva a cargo de una célula de ataque de brigada.
Si bien ha habido informes de que muchos de los ataques aéreos están determinados por inteligencia artificial, las FDI insisten en que las decisiones de ataque las toman los humanos, pero hay amplia evidencia de que aquí es donde ocurren los problemas.
La falta de aplicación de incluso estas reglas de enfrentamiento más laxas ha sido tal que las acusaciones de que Israel ha violado las leyes de la guerra son plausibles. “Las órdenes permanentes no importan en el terreno”, explicó un oficial de reserva veterano que ha estado principalmente en Gaza desde octubre.
"Casi cualquier comandante de batallón puede decidir que quienquiera que se mueva en su sector es un terrorista o que los edificios deben ser destruidos porque podrían haber sido utilizados por Hamas".
“El único límite al número de edificios que volamos fue el tiempo que teníamos dentro de Gaza”, refirió un zapador de un batallón de ingeniería de combate. "Si encuentras un Kalashnikov o incluso literatura de Hamas en un apartamento, es suficiente para incriminar al edificio".
Otros oficiales informaron de una falta de disciplina en sus unidades, con múltiples casos de saqueos. Los soldados se han filmado a sí mismos destrozando propiedades palestinas y, en algunos casos, han subido esos videos a Internet.
El 20 de febrero, el jefe del Estado Mayor de las FDI publicó una carta pública dirigida a todos los soldados advirtiéndoles que usaran la fuerza sólo cuando fuera necesario, “para distinguir entre un terrorista y quien no lo es, no tomar nada que no sea nuestro y no filmar videos de venganza”.
Cuatro meses después de la guerra, esto fue demasiado poco y demasiado tarde. "Debería haber actuado mucho antes para erradicar esto", argumenta un comandante de batallón.
Fracasos políticos
El tercer fracaso de las FDI es su papel en la obstrucción por parte de "Israel" de los esfuerzos de ayuda a los habitantes de Gaza. Los funcionarios culparon principalmente a los políticos.
Algunos reconocen que incluso sin una directiva política, el ejército, que ahora podría decirse que es una fuerza de ocupación en Gaza, debería haber asumido esta responsabilidad desde la etapa de planificación. En cambio, actuó sólo cuando la situación humanitaria se volvió crítica.
La crítica más feroz del General Tibon está reservada para Netanyahu: “(Él) ha estado dirigiendo esta guerra para servir a sus intereses políticos, manteniendo contenta a su base nacionalista e impidiendo que sus partidos de extrema derecha abandonen su gobierno”. Los generales en servicio comparten esta opinión.
Eso no augura nada bueno para el futuro. La guerra en Gaza no ha terminado. El próximo paso de "Israel" no está claro. Netanyahu dice que se ha fijado una fecha para una incursión en Rafah, pero en privado, los generales israelíes lo niegan.
Otro escenario es que "Israel" y Hamas acuerden una tregua temporal o un alto el fuego más duradero. Eso permitiría a las FDI prepararse para futuros conflictos, tal vez incluso con Irán, que amenaza con tomar represalias por un ataque aéreo israelí en Siria que mató a varios oficiales iraníes de alto rango.
Las fuerzas de defensa de "Israel" planean formar nuevas divisiones blindadas, con un gran costo para las finanzas del país y para los soldados que tendrán que servir por más tiempo. Sin embargo, más tropas y tanques no impedirán que las FDI repitan los errores que han cometido en Gaza. Con la guerra en una pausa, es el momento para que "Israel" y sus aliados hagan preguntas difíciles sobre cómo se ha llevado a cabo.