Dimite ingeniero de la fuerza aérea de EE. UU. por masacre en Gaza
El ingeniero de la fuerza aérea estadounidense, Riley Livermore, decidió renunciar y expresó no querer trabajar más en algo que pueda ser utilizado para masacrar inocentes.
Hace 16 años, Riley Livermore ingresó a las fuerzas aéreas del ejército de Estados Unidos. Su camino estuvo marcado por su educación cristiana evangélica y su crecimiento en medio de la guerra contra el terrorismo.
Según el sitio web The Intercept, su carrera como ingeniero de pruebas de vuelo le llevó a “Israel”, donde pasó dos años en la investigación de misiles guiados. Poco después del 7 de octubre, decidió no continuar.
Livermore manifestó consternación por cómo el presidente Joe Biden y el Departamento de Defensa fueron cómplices del genocidio en Gaza.
"No quiero trabajar en algo que puede darse la vuelta y utilizarse para masacrar a personas inocentes", dijo.
El ingeniero Livermore forma parte de una creciente ola de disidencia en el seno de la administración Biden y en el ejército sobre el apoyo de Estados Unidos a la masacre de “Israel” en Gaza.
A propósito, destacan nueve dimisiones en los últimos meses y la autoinmolación del aviador Aaron Bushnell, de 25 años, en febrero, y una nueva campaña dirigida por miembros del servicio para ayudar a los soldados a denunciar el apoyo de los funcionarios electos al genocidio israelí.
La referida campaña ocurrió tras la dimisión pública del mayor judío Harrison Mann del ejército estadounidense, en protesta por el apoyo de Washington al gobierno de “Israel” y ser responsable de la matanza y la inanición de decenas de miles de palestinos inocentes.
Tras la salida de Mann, The Intercept acumuló expresiones de miembros de las fuerzas armadas estadosunidenses que van desde la culpa y la frustración hasta la indignación y el repudio por el apoyo incondicional de la administración Biden a “Tel Aviv”.
Los testimonios, aunque limitados en su alcance, no dejaron de ser un indicio de disensión en el seno de las estructuras de poder estadounidenses, y fueron más allá de las dimisiones y protestas públicas registradas hasta ahora.
El Departamento de Defensa declinó hacer comentarios sobre este asunto.
Irónicamente, la experiencia del ingeniero con las armas abiertas en “Israel” le ayudó a llegar a su convicción actual de que el gobierno estadounidense puede ser cómplice de apoyar un genocidio israelí contra los palestinos.
La primera semilla fue plantada por un amigo palestino de las Fuerzas Aéreas, quien habló antes de que partiera para “Israel” y advirtió de la posibilidad de encontrarse con una historia sesgada sobre la entidad y Palestina.
A su vez, Livermore agradeció los consejos porque le ayudó a inocularse un poco de lo que ahora ve como una propaganda fuertemente sionista.
La experiencia del oficial en “Israel” cuestionó su fe, pues al crecer como nacionalista cristiano, empezó a ver cómo personas autoproclamadas morales y próvidas dejaron de lado esos valores en aras de sus intereses políticos, los cuales cruzaban con los objetivos de la política israelí.
Un ejemplo de ello fue el apoyo generalizado al traslado de la embajada de Estados Unidos de “Tel Aviv” a Jerusalén propuesto por Donald Trump.
Livermore vio cómo su fe era utilizaba como garrote para el capitalismo y el poder y para oprimir a la gente.
También quedó desencantando poco a poco con el ejército, a medida que reflexionó más sobre cómo Estados Unidos libraba la guerra en Irak y Afganistán.
Entonces llegó el 7 de octubre. Su contacto con los altos mandos militares israelíes durante su formación, así como la retórica de amigos le prepararon para ver lo feo de las cosas.
Antes del inicio de la agresión, Livermore fue un poco más apologista de “Israel”. Sin embargo, la masacre contra Gaza fue una "palanca que lo abrió de par en par", según sus propias palabras.
El ingeniero inició un proceso complicado para abandonar el ejército. “No quiero tener nada que con el complejo militar industrial. No vale la pena el dinero".