Expresidente de Brasil fue parte activa del plan golpista del 2022
Los elementos de prueba obtenido a lo largo de la investigación demuestran que el entonces presidente de la República, Jair Bolsonaro, planeó, actuó y tuvo dominio de forma directa y efectiva de los actos realizados por la organización criminal que buscaba concretar un golpe de Estado.
El expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro (2019-2023), era plenamente consciente de los planes de su círculo más cercano para perpetrar un golpe de Estado en 2022 y además tuvo "participación activa" en la estrategia, según el informe de la Policía Federal revelado este 26 de noviembre.
"Dando continuidad a la ejecución del plan criminal, el grupo inició la práctica de actos clandestinos con el objetivo de promover la abolición del Estado Democrático de Derecho, de los cuales Jair Bolsonaro tenía plena conciencia y participación activa", apuntó la investigación.
Bolsonaro, así como varios militares y ministros cercanos, ya fueron señalados por la policía por presuntamente cometer al menos tres delitos: intento de golpe de Estado, abolición violenta del Estado Democrático de Derecho y pertenencia a una organización criminal.
Hasta ahora, el documento (de más de 800 páginas) permanecía bajo secreto de sumario, pero después de que el juez del Tribunal Supremo Federal, Alexandre de Moraes, lo autorizó, se empezó a conocer al detalle su contenido.
"Los elementos de prueba obtenido a lo largo de la investigación demuestran de forma inequívoca que el entonces presidente de la República, Jair Bolsonaro, planeó, actuó y tuvo dominio de forma directa y efectiva de los actos ejecutorios realizados por la organización criminal que buscaba concretar un golpe de Estado y la abolición del Estado Democrático de Derecho", argumentó el informe en una de sus conclusiones.
Hasta ahora, la estrategia de Bolsonaro y su entorno se basó en defender que el exgobernante desconocía la existencia de los planes y a minimizar su importancia.
No obstante, la investigación señaló, por ejemplo, que Bolsonaro participó en la redacción de la llamada "minuta golpista", el documento con el que se pretendía declarar el Estado de Sitio para dar inicio a un golpe militar.
Además, la policía descubrió que el personal más próximo de Bolsonaro llegó a imprimir en el Palacio del Planalto (la sede del Gobierno) un documento en el que se trazaba la estrategia para asesinar al entonces presidente electo Luiz Inácio Lula da Silva y otras autoridades.