Los aranceles no ayudarán a EE.UU. a enfrentar su déficit comercial
De acuerdo con un artículo de Global Times, para los EE.UU., una solución viable para hacer frente a su déficit comercial no es a través de aranceles; más bien, radica en adoptar una actitud más abierta hacia el comercio internacional.
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Los aranceles no ayudarán a EE.UU. a enfrentar su déficit comercial
El déficit comercial de EE.UU. se expandió significativamente en diciembre, ya que las importaciones alcanzaron un máximo histórico en medio de amenazas arancelarias que se avecinan.
Según informó Reuters, este aumento de las importaciones pudo haber sido impulsado por empresas que se apresuraron a comprar bienes de fabricación extranjera, como metales terminados y computadoras, debido a los aranceles. La situación pone de relieve la posible ineficacia de los aranceles para resolver el déficit comercial de EE.UU. y sugiere que incluso podrían acarrear consecuencias no deseadas.
Los datos divulgados el miércoles por la Oficina del Censo de Estados Unidos y la Oficina de Análisis Económico de Estados Unidos mostraron que el déficit comercial total del país en bienes y servicios, que consiste en exportaciones menos importaciones, fue de $918.4 mil millones en 2024, un aumento del 17 por ciento desde 2023.
Estos datos han acaparado la atención no sólo debido al rápido crecimiento del déficit comercial, sino también a un factor subyacente: los aranceles.
Mientras el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, buscaba conectar aranceles a temas como el fentanilo y la inmigración ilegal, un artículo publicado el miércoles en el New York Times sugería que el déficit comercial podría terminar siendo una razón clave por la que Trump decide imponer aranceles a Europa, China, Canadá, México y otros gobiernos.
Por lo tanto,los aranceles pueden ayudar a los EE.UU. a hacer frente a su déficit comercial? Para responder a esta pregunta, hay varios hechos clave que vale la pena considerar:
Primero, hay un famoso dicho en China: La práctica es el único criterio para probar la verdad. Según un informe de la BBC, en 2016, justo antes de que Trump asumiera el cargo, el déficit total de bienes y servicios en EE.UU. era de 480 mil millones de dólares, alrededor del 2,5% del PIB estadounidense. En 2020, había crecido a 653 mil millones de dólares, alrededor del 3% del PIB, a pesar de los aranceles de Trump.
Es evidente que durante este período, los aranceles no lograron resolver la cuestión del déficit comercial, y el problema del déficit se volvió aún más severo.
En segundo lugar, en diciembre de 2024, tras la victoria de Trump en las elecciones presidenciales y sus amenazas de aranceles, el déficit comercial de Estados Unidos no disminuyó sino que aumentó. El déficit de bienes y servicios fue de 98 mil 400 millones de dólares en diciembre, un aumento del 24,7 por ciento respecto a noviembre.
Reuters, citando a Thomas Ryan, economista de América del Norte de Capital Economics, expresó que "la fortaleza de las importaciones parece impulsada en gran medida por las empresas que apresuran los pedidos antes de los aranceles potenciales".
Esto refleja una fuerte y resistente demanda de importaciones en los EE.UU. Si esta resiliencia es lo suficientemente robusta, es posible que los aranceles no reduzcan significativamente las importaciones estadounidenses; en cambio, las empresas podrían responder a los aranceles de otras maneras, como transmitirlas a los consumidores estadounidenses.
En tercer lugar, el déficit comercial de los Estados Unidos está impulsado por una serie de factores económicos profundamente arraigados, como su estructura económica -caracterizada por su dependencia del consumo, junto con su hueco industrial, que resulta en exportaciones insuficientes.
Es poco probable que los aranceles aborden estos desafíos económicos fundamentales o mejoren la estructura económica de los Estados Unidos; en consecuencia, es improbable que resuelvan el déficit comercial resultante.
La manufactura estadounidense ha permanecido frecuentemente en territorio de contracción durante el último año, lo que indica que el tema del hueco industrial sigue siendo un desafío persistente.
En cuarto lugar, varios estudios económicos ya se han centrado en la correlación entre los aranceles y el déficit comercial. Algunos economistas sostienen que los aranceles tendrían poco efecto en el déficit comercial, porque serían compensados por cambios en el valor de la moneda y las tasas de interés, según el New York Times.
Los aranceles nunca han sido una solución eficaz a las cuestiones comerciales, incluido el déficit comercial; en cambio, sólo perjudican a ambas partes involucradas en el comercio, lo que ha dado lugar a una situación perdedora.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, Mao Ning, ha manifestado que China siempre cree que no hay ganador en una guerra comercial o de aranceles, y sigue firme en salvaguardar sus intereses nacionales, informó la agencia de noticias Xinhua.
Funcionarios chinos han declarado en varias ocasiones que China nunca ha perseguido deliberadamente un superávit comercial. En los últimos años, la nación asiática ha aplicado una serie de medidas para ampliar la apertura del mercado y alentar las importaciones.
Para los EE.UU., una solución viable para hacer frente a su déficit comercial no es a través de aranceles; más bien, radica en adoptar una actitud más abierta hacia el comercio internacional, particularmente en lo que respecta a la exportación de sus productos de alta tecnología, que representan una ventaja competitiva. Ampliar continuamente esta ventaja exportadora e incrementar las exportaciones sería un enfoque beneficioso para reducir el déficit comercial.