Siria denuncia el uso de agua como arma de guerra
Esas acciones constituyen un crimen de lesa humanidad, condenó la cancillería de Damasco.
El Ministerio de Relaciones Exteriores y Expatriados de Siria condenó el continuo corte de agua a más de un millón de sirios en la ciudad nororiental de Hasakeh y sus cercanías, por parte de las fuerzas de la coalición lideradas por Estados Unidos y los movimientos terroristas en la zona.
En un comunicado, la Cancillería calificó las acciones como un crimen de lesa humanidad y una grave amenaza para la salud pública, especialmente a la luz de las altas temperaturas sin precedentes registradas recientemente.
En ese sentido, aseveró, Damasco denuncia en los términos más enérgicos el uso del agua como arma de guerra y herramienta para lograr fines políticos.
Según explicó la declaración, la población siria en la ciudad de Hasakeh vive atrapada entre el ocupante turco y sus terroristas, y las fuerzas ocupantes de EE.UU. y sus milicias separatistas.
Ambos bandos cortan el agua potable a los residentes de esta urbe y todas las comunas desde la planta de Alouk, hasta la parte este de la provincia.
El gobierno levantino instó a Naciones Unidas a tomar medidas inmediatas y efectivas para detener esta grave violación del derecho internacional y de todos los convenios y normas globales, para garantizar el suministro del vital líquido lo antes posible, enfatizó.
Asimismo exigió permitir a los equipos técnicos de la Corporación de Agua Potable y organismos internacionales ingresar a la estación para supervisar su trabajo y operatividad.
Cancillería consideró la salida de las fuerzas estadounidenses y turcas, ilegalmente asentadas sobre el territorio sirio, como la única vía para restaurar la estabilidad en la región y mejorar las condiciones humanitarias de sus pobladores.