Bancos centrales de América Latina declaran victoria contra inflación
La mayoría de los economistas creen que quienes fijan las tasas en el Banco Central de Brasil reducirán la tasa de interés de referencia en al menos un cuarto de punto, y posiblemente más.
Aunque la lucha contra la inflación no terminó, los bancos centrales latinoamericanos pueden darse la vuelta de la victoria, expresó Ernesto Revilla, economista jefe para América Latina de Citi en Nueva York, según un reporte publicado por Financial Times.
En su opinión, los bancos de la región destacaron en este ciclo por su disciplina, autonomía, compromiso y clara comunicación. La política monetaria de los países con metas de inflación -Chile, Brasil, México, Perú y Colombia- dieron una lección al mundo.
En una serie de medidas de línea dura iniciada en marzo de 2021, los responsables de la fijación de tipos de Brasil elevaron la tasa Selic desde un mínimo histórico del dos por ciento, y contrarrestaron los efectos inflacionistas del generoso gasto público y los recortes de tipos desatados en respuesta a la pandemia de covid-19.
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Por su lado, la Reserva Federal estadounidense no empezó a subir los tipos hasta un año después, en marzo de 2022. El Banco Central Europeo fue incluso más lento, al endurecer su política por primera vez en julio del año pasado.
Brasil debe comenzar a recortar las tasas de interés el miércoles, ya que América Latina obtiene el beneficio de moverse más rápido en comparación con los países del G7 para combatir la inflación.
Según la mayoría de los economistas, el Banco Central de Brasil reducirá la tasa de interés de referencia en al menos un cuarto de punto y posiblemente más.
El viernes pasado, Chile se convirtió en la primera economía regional en recortar las tasas de interés después de la pandemia, ello permitió reducir los costos de endeudamiento en un punto porcentual completo.
También los beneficios antiinflacionarios de la subida de tipos anticipada de Brasil ahora son evidentes.
Tras alcanzar un máximo de dos dígitos, el crecimiento de los precios al consumo en la mayor economía de América Latina disminuyó hasta el 3,2 por ciento en los 12 meses anteriores a junio, por debajo del objetivo oficial para este año.
En Chile, la inflación general anual es del 7,6 por ciento, casi la mitad del máximo del 14,1 registrado en agosto del año pasado.
Conforme a Claudio Irigoyen, jefe de economía global de Bank of America en Nueva York, América Latina tuvo irónicamente más éxito porque los bancos centrales no tenían la credibilidad de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) y no advirtieron el fenómeno inflacionario como transitorio.
Aunque el Banco Central de Brasil ganó el aplauso internacional por haber controlado la inflación, al interior del país recibió duras críticas por su belicismo.
El presidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva acusó al gobernador Roberto Campos Neto de "jugar en contra de la economía brasileña" y al poner en duda la independencia del banco central.
La estricta política monetaria de Brasil puede haber constreñido la economía, pero no acabo con el crecimiento. Ahora los economistas mejoran sus previsiones después de un primer trimestre inesperadamente fuerte para el sector agrícola clave. Citi espera un producto interno bruto expandido a un 2,3 por ciento este año.
Para Cristiano Oliveira, economista jefe de la entidad de crédito comercial Banco Pine en São Paulo, recortar los tipos este mes sería técnicamente la decisión más correcta, pues las medidas de inflación subyacente mostraron una fuerte desaceleración, y ello indica una política monetaria exitosa.