Haitianos expresan escepticismo sobre oferta para enfrentar pandillas
El derramamiento de sangre incontrolado en Haití deja pocas opciones.a sus pobladores.
Los haitianos expresaron escepticismo ante la oferta de Kenia de dirigir una fuerza policial internacional destinada a combatir la violencia de las bandas criminales en la nación caribeña.
Según los pobladores, los abusos sexuales y la inacción internacional en torno a los brotes de cólera en décadas pasadas no inspiran mucha confianza. También manifestaron su rechazo el derramamiento de sangre incontrolado en el país.
A juicio de la maestra de primera Florence Casimir, maestra de primaria, los daños históricos causados por las intervenciones internacionales en Haití no tienen comparación de la brutalidad de las bandas. “El pueblo haitiano no tiene elección en este momento", afirmó.
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Tras el llamado del primer ministro Ariel Henry a desplegar una fuerza armada para luchar contra los grupos violentos, Naciones Unidas tuvo dificultades para convencer a una nación de la necesidad de restaurar el orden interno por medio de misiones militares para el presunto mantenimiento de la paz.
Conforme a algunos analistas, existe poco apetito por una fuerza liderada por la ONU, y Estados Unidos intentó sin éxito persuadir a Canadá para enviar sus efectivos a la isla caribeña.
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Mientras continúa la búsqueda de una solución al conflicto, la guerra entre bandas empeora, crece el número de secuestros y aparecen fuerzas parapoliciales empeñadas de tomar la justicia por su mano.
En la actualidad, los grupos armados controlan el 80 por ciento de Puerto Príncipe, la capital de Haití.
Kenia ofreció enviar mil policías para ayudar a formar y asistir a una fuerza policial haitiana desbordada.
Esta semana, Estados Unidos presentará una resolución al Consejo de Seguridad de la ONU para autorizar la fuerza.
Los haitianos fueron testigos de rondas de intervenciones extranjeras a lo largo del siglo XX, a menudo como respuesta de naciones como Estados Unidos a la inestabilidad política en Haití.
Una misión de mantenimiento de la paz de la ONU de 2004 a 2017 estuvo plagada de acusaciones de abusos sexuales masivos, incluidas denuncias violaciones de niñas, a quienes dejaron embarazadas con tan sólo 11 años.
Las investigaciones de The Associated Press hallaron indicios de altos niveles de impunidad. En 2010, el vertido de aguas residuales de un campamento de las fuerzas de paz de la ONU al río más grande del país desencadenó una epidemia de cólera que mató a casi 10 mil personas.