Exigen a Occidente normalizar exportaciones agrícolas de Rusia
Cancillería rusa ratifica disposición a reactivar Acuerdo del Mar Negro si se levantan las medidas restrictivas unilaterales impuestas por Occidente a Moscú.
Occidente y la Secretaría General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) no están interesados en cumplir sus obligaciones respecto a las exportaciones agrícolas de Rusia contempladas en el acuerdo de la iniciativa de granos del Mar Negro afirmó un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores (MAE) ruso.
Moscú está dispuesta a considerar la posibilidad de reactivar la iniciativa, pero solo después de cumplidos los requisitos para levantar el estatus de sanciones a las empresas rusas involucradas en el ámbito de los productos agrícolas y fertilizantes, ratificó el MAE.
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Hasta el momento, en lugar de exenciones a las medidas coercitivas, el Gobierno ruso solo recibió promesas de la ONU y ninguna garantía real, por ejemplo, de reconexión de sus bancos al sistema SWIF o liberación de sus activos congelados.
También espera por el restablecimiento del oleoducto de amoníaco Togliatti-Odessa, infraestructura clave para producir fertilizantes y alimentos, subrayó la institución.
Entre otras interpelaciones, el Kremlin invitó a la ONU a conversar sobre estos temas, pero la responsable del acuerdo por dicha organización, Rebeca Greenspan, no quiere viajar a Moscú ni envía informes sobre su trabajo.
La exportación de alimentos no se detiene
No obstante, el comunicado del MAE reiteró la disposición de la nación euroasiática de continuar sus donaciones a países necesitados y la exportación de alimentos y fertilizantes para ayudar a estabilizar los precios internaciones.
También detalló el envio de 20 mil toneladas de fertilizantes a Malaui y 34 mil a Kenia, y prevén entregas de 23 mil a Zimbabue, 34 mil a Nigeria y 55 mil a Sri Lanka.
En paralelo, donarán 200 mil toneladas de trigo a Somalia, República Centroafricana, Burkina Faso, Zimbabue, Malí y Eritrea.
De conjunto con Turquía y Qatar, Rusia elabora un proyecto para el envio de un millón de toneladas de cereales a Ankara para ser procesados y luego donados a países pobres, continuó la información.
Críticas al Acuerdo de Granos
En su análisis, la cancillería rusa recordó el fallo de la iniciativa en cuanto a la ayuda a los países más pobres a combatir el hambre, pues de 32,8 millones de toneladas de carga movida a través del Mar Negro, menos del tres por ciento llegó a los más necesitados; el resto fue a Europa, y enriqueció a los productores ucranianos de forraje para ganado.
Un aspecto resaltado por el texto es la estabilidad de los precios de los cereales (más bien disminuyeron), así como de la producción. Por tanto no hay escasez física global de alimentos, sino problemas con su distribución, valoró.
Por otro lado, consideró que Occidente exagera el papel de Ucrania en la producción de cereales. En febrero de 2022 rondaba el cinco por ciento del volumen global y en este tiempo es menos, pues Kiev disminuyó parte de las áreas sembradas y otras las envenenó con toxinas liberadas por los proyectiles de uranio empobrecido empleado en el conflicto con Rusia, a instancias de Londres.