El presidente de Corea del Norte, Kim Jong-un, afirmó que Pyongyang no dudará en responder con un ataque nuclear ante cualquier provocación enemiga relacionada con el uso de armas de exterminio contra el país.

Durante una reunión con la Segunda División de la Bandera Roja que participó en el lanzamiento del misil balístico intercontinental Hwasong-18, Kim elogió su capacidad combativa, eficiencia en las maniobras y respuesta para el ataque rápido durante el ejercicio de lanzamiento. 

Además, rechazó la ambición hostil de los imperialistas estadounidenses y sus fuerzas afiliadas.

En ese sentido, insistió en la necesidad de que Corea del Norte no ignore nunca todas las amenazas militares "imprudentes e irresponsables" de sus enemigos.

El 18 de diciembre último, Pyongyang lanzó con éxito el misil balístico intercontinental Hwasong-18 en respuesta a las acciones hostiles de Estados Unidos y Corea del Sur.

Al respecto, tanto Washington como Seúl emitieron fuertes advertencias y señalaron que cualquier ataque nuclear contra ellos significaría el fin del gobierno norcoreano.

Por otra parte, el portavoz del ministerio de Defensa de Corea del Norte criticó los planes de ambos países para ampliar sus ejercicios militares conjuntos anuales el próximo año que incluyen entrenamientos en operaciones nucleares.