Fuerzas de Irak preparadas tras agresión de EE.UU. a su territorio
La agresión estadounidense es una violación flagrante de la soberanía del Estado y un atentado contra sus instituciones de seguridad oficiales, afirmó el portavoz del Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas de Irak.
Tras la reciente agresión estadounidense, las Fuerzas de Movilización Popular de Irak reafirmaron su disposición para cumplir cualquier orden emitida por el Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas con el objetivo de preservar la soberanía e integridad territorial de la nación.
Los bombardeos de EE.UU. constituyen una violación flagrante al Estado iraquí y un atentado contra sus instituciones de seguridad oficiales, afirmó el grupo en un comunicado.
Según el colectivo, los ataques dejaron 16 mártires y 36 heridos, y aún mantienen la búsqueda de personas desaparecidas.
Por su parte, el portavoz del Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas de esa nación, Yahya Rasul Abdullah, afirmó que Washington agregió las ciudades de Al-Qaim y las áreas fronterizas en un momento en que Irak trabaja arduamente para garantizar la estabilidad regional.
Igualmente, ratificó que los ultrajes a la soberanía iraquí representan una amenaza que arrastra a esa nación y la región hacia consecuencias graves para la seguridad y la estabilidad.
En una declaración relacionada, el portavoz del movimiento Al-Nujaba, Hussein al-Moussawi, advirtió a la ocupación estadounidense y su desafortunada administración que la resistencia iraquí responderá como lo considere apropiado.
Al respecto, auguró “sorpresas que enojarán al enemigo y agradarán al amigo”. Asimismo, reafirmaron que no cederán ni darán marcha atrás.
Con anterioridad, Al-Moussawi confirmó que la agresión es parte integral de un intento estadounidense por encubrir su fracaso después de perder su brújula en la región.
Mientras, el primer ministro iraquí, Muhammad Shiaa Al-Sudani, declaró duelo general por las almas de los mártires caídos durante la agresión estadounidense.
Durante la noche del viernes y las primeras horas de la madrugada del sábado, el Comando Central de Estados Unidos atacó sitios pertenecientes a la Guardia Revolucionaria de Irán y sus aliados en Irak y Siria.
Washington agredió con cazas y bombarderos más de 85 blancos que incluyeron instalaciones de comando y control, centros de inteligencia, misiles y proyectiles, almacenes de drones y cadenas de suministros.
La Casa Blanca notificó que los ataques respondieron a la muerte de tres soldados y otros 40 heridos en una operación con dron no tripulado, dirigido a una base de EE.UU. en el noreste de Jordania, por el cual culpó a Teherán.