El Comité de Seguimiento de las Fuerzas Nacionales e Islámicas y las organizaciones de Resistencia palestinas reafirmaron su negativa a “imponer cualquier forma de tutela sobre el cruce de Rafah o a cualquier otra parte” pues se trata de otra forma de ocupación.

A través de un comunicado, los grupos combatientes subrayaron que cualquier plan de ese tipo y sus consecuencias lo tratarán de la misma manera con que tratan a la ocupación israelí.

En este contexto, la Liga Árabe y todos los países de la región, especialmente Egipto, con su “peso a nivel internacional y local”, llamaron a rechazar cualquier plan e intento que afecte la soberanía del cruce palestino-egipcio.

“Israel” y Estados Unidos acordaron transferir la gestión del cruce de Rafah a una empresa privada norteamericana que opera en zonas de guerra, una vez el ejército finalice su operación en la Franja de Gaza.

De acuerdo con informes de los medios israelíes, el objetivo del régimen de Benjamín Netanyahu es confiscarle la administración del cruce a Hamas y para ello ya informaron también a Egipto.