Palestinos sufren difíciles condiciones en cárcel israelí de Negev
Las instituciones de prisioneros confirmaron que la administración penitenciaria israelí está librando una guerra psicológica y física contra los cautivos, incluida las torturas, golpizas severas y humillaciones.
Prisioneros liberados de la cárcel israelí de Negev dieron testimonios sobre las difíciles condiciones para los detenidos palestinos en el centro penitenciario, considerado el más peligroso del régimen sionista.
Las instituciones de prisioneros confirmaron que la administración penitenciaria israelí está librando una guerra psicológica y física contra los cautivos, incluida las torturas, golpizas severas humillaciones.
En detalle, la Autoridad de Asuntos de Prisioneros y Exprisioneros informó de una amplia propagación de enfermedades respiratorias, de la piel, relacionadas con el sistema digestivo, bacterias y hongos, debido a la falta de condiciones mínimas de higiene, y la privación de alimentos y tratamiento.
Señaló que la comida proporcionada a los reclusos es pobre en cantidad y calidad, pues dan a diez lo que en realidad es para uno, y los alimentos llegan fríos y con olor desagradable.
Por esta causa, la mayoría de los prisioneros perdieron decenas de kilogramos.
Los presos en la cárcel de Negev sufren una gran y deliberada negligencia médica, no hay tratamiento ni exámenes, y quien sale a la clínica de la prisión es golpeado de inmediato.
Desde el 7 de octubre, los prisioneros no cambiaron su ropa y son obligados a ver a sus abogados, cuando lo permiten, con las manos esposadas, los ojos vendados y la espalda encorvada.
Además, la administración penitenciaria corta la electricidad desde las 7 de la tarde hasta las 6 de la mañana, y obliga a los prisioneros a postrarse con la cara hacia el suelo.
También prohíbe a los detenidos bañarse con agua caliente excepto durante una hora al día, y los priva de la nevera y la cantina, la visita de familiares y la comunicación telefónica con ellos, mientras que se les niega la oración en grupo y se les confiscan sus copias del Corán.
Igualmente, mantiene a los reos en secciones extremadamente estrechas, con hasta 10 o 15 reclusos en una habitación.
Según un abogado de la Autoridad de Asuntos de Prisioneros y Exprisioneros, el detenido Osama Jabari, de la ciudad de Tel Kaif en el distrito de Nablus y detenido el 2 de mayo de 2002, fue golpeado e insultado desde el 7 de octubre, perdiendo 20 kilogramos de peso debido a la mala alimentación.
Ibrahim Shalhoub, de 28 años, y detenido el 25 de junio de 2023, fue golpeado e insultado varias veces. Mientras Sami Radi Assi, detenido el 15 de octubre de 2023, sufrió fracturas en el pecho debido a una paliza brutal en noviembre pasado en todo su cuerpo.
El prisionero Mahmoud Abu Asba, arrestado el 22 de febrero de 2011, sufre problemas urinarios y dolores renales y sensibilidad y picazón en la piel debido a la falta de limpieza en las habitaciones, además de dolores dentales.