El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y sus tres principales asesores continúan impulsando los Acuerdos de Abraham mientras niegan la realidad de la guerra de Gaza, aseguró Responsible Statecraft.

De acuerdo con la publicación, tras una política implementada recientemente en Washington se requieren informes periódicos al Congreso sobre las armas suministradas a países involucrados en conflictos activos para determinar si esos destinatarios están incurriendo en violaciones del derecho internacional de derechos humanos. 

A pesar de la abrumadora evidencia de que “Israel” es culpable de tales violaciones, la administración Biden concluyó que no era suficiente para justificar la reducción de las ventas de armas.

En cambio, el medio denunció que la Casa Blanca está enviando más armas, ya que el presidente notificó al Congreso el 14 de mayo un compromiso renovado de más de mil millones de dólares. 

Como responsables de que se esté bloqueando cualquier reducción de armas mencionó al secretario de Estado, Antony Blinken; el asesor de seguridad nacional, Jake Sullivan, y el coordinador del presidente para Medio Oriente, Brett McGurk.

Todos se mantienen firmes resistiendo la presión para reducir el apoyo a “Israel”, a pesar de críticas sin precedentes, divulgó.

Al argumentar por qué Biden se niega entonces a frenar el flujo de armas hacia “Israel”, el texto consideró principalmente que su administración todavía continúa aferrándose a los Acuerdos de Abraham. Sin embargo, para hacerlo es necesario negar las realidades de la guerra en Gaza.