Irán y Arabia Saudita avizoran un futuro prometedor para la región
Mediante diálogo telefónico, el príncipe heredero saudita aseguró al presidente interino iraní la voluntad de continuar el desarrollo de las relaciones bilaterales, un componente clave para la estabilidad del mundo islámico.
El príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, ofreció este viernes sus condolencias al presidente interino de Irán, Mohammad Mokhber, por el martirio del mandatario Ebrahim Raisi y otros compatriotas en un accidente de su helicóptero el pasado domingo 19 de mayo.
Mediante una llamada telefónica, Bin Salman invitó a Mukhber a continuar el camino de ampliación de las relaciones entre ambos países.
A juicio del príncipe heredero saudita, Teherán y Riad desempeñan un papel fundamental en la región y en el mundo islámico, y pueden trazar un futuro prometedor para la región gracias al desarrollo de sus relaciones.
Por su parte, Mokhbar resaltó las fructíferas relaciones con países vecinos y amigos como uno de los éxitos y estrategias más importantes del difunto presidente iraní, y ratificó la voluntad del gobierno de mantener sus líneas de trabajo.
“Es difícil para nosotros perder a un presidente popular y trabajador como Raisi, pero el movimiento del país no cambiará y la confianza entre Teherán y Riad permanecerá como está y se desarrollará", aseguró el jefe de Estado interino.
También destacó el deseo de continuar con la política de buena vecindad aplicada por el gobierno iraní, y fomentar relaciones respetuosas con los países de la región como única opción para garantizar su estabilidad y prosperidad.
Según describió, los lazos entre Irán y Arabia Saudita son esenciales para el mundo islámico, y han alcanzado un buen nivel, a pesar de la oposición de algunas fuerzas. “La región necesita con urgencia ampliar estas relaciones”, enfatizó.
En ese contexto, ell ministro saudita de Asuntos Exteriores, Faisal bin Farhan, visitó el pasado miércoles la capital iraní, Teherán, para ofrecer sus condolencias por el martirio del presidente iraní, Ebrahim Raisi, el ministro de Asuntos Exteriores, Hossein Amir Abdullahian, y sus acompañantes.