Ministros israelíes incapaces de llegar a acuerdos sobre seguridad
El peligro de las discrepancias entre los ministros de Finanzas y Defensa de la ocupación israelí en materia de seguridad radica en que estas suelen ser peligrosas en tiempos de guerra, señaló el analista de asuntos militares, Yoav Limor.
El ministro de Finanzas del gobierno de ocupación israelí, Bezalel Smotrich, y su homólogo de Defensa, Yoav Galant, no son capaces de discutir y llegar a acuerdos en beneficio de la seguridad del ente sionista.
De acuerdo con el analista de asuntos militares del periódico Israel Hayom, Yoav Limor, la historia de “Israel” está llena de ministros y funcionarios peleados entre ellos, a veces en voz alta y otras a puerta cerrada.
Los enormes presupuestos siempre estuvieron en el centro de la disputa, en especial el deseo de control y ser quien tome las decisiones al respecto, apuntó Limor.
Sin embargo, consideró que la diferencia está en que las referidas discrepancias ocurrieron en tiempos de paz, por tanto, los altercados de hoy son inusuales y peligrosos porque acontecen en tiempos de guerra.
Para Limor, la idea de que Smotrich y Galant no puedan sentarse juntos y llegar a un acuerdo por la seguridad nacional es aterradora y advirtió de las consecuencias de este fracaso a corto, mediano y largo plazo.
Según el especialista, a corto tiempo el ejército requiere racionalizar sus reservas y repuestos por temor a agotarlos y no tener cómo cubrir las necesidades futuras para una guerra en el norte.
A mediano, los sistemas de producción en “Israel” y en el extranjero estarán afectados y ello provocará despidos de empleados y la pérdida de centros de conocimiento, comentó.
En el futuro, el daño a las comunicaciones críticas retrasará la llegada de plataformas vitales, es especial aviones de combate y helicópteros, refirió Limor.
A su juicio, la situación agravó el creciente aislamiento diplomático debido a la mala gestión de la guerra en Gaza y ello implica que “Israel” puede depender cada vez menos de otros países para el suministro de armamento y componentes vitales para la producción.
De acuerdo con el experto, el deseo de depender de productos israelíes en el futuro es bienvenido, pero su viabilidad es solo parcial y requerirá años y enormes inversiones para lograrse.
Mientras tanto, “Israel” depende de extranjeros, en particular de los estadounidenses, quienes refuerzan al ejército israelí con los mejores medios y municiones pagados con el dinero de los contribuyentes estadounidenses, señaló.
A criterio de Limor, el gobierno israelí debe realizar dos acciones rápidas. La primera es firmar el mayor número posible de acuerdos estratégicos con los estadounidenses para garantizar la obtención de los medios de combate necesarios lo antes posible.
Y la segunda es invertir al máximo en el mayor número posible de nuevas líneas de producción en “Israel” para proporcionar todo cuanto necesite el ejército israelí y reducir de manera gradual la dependencia de extranjeros.
Pero según Limor, el ego y el orgullo impiden estas dos acciones.
En su opinión, no debería importar quién tiene la responsabilidad: hay un gobierno y un líder al frente de ellos, y es su trabajo asegurar que los ministros no peleen y de continuar las contiendas él tiene la posibilidad de decidir por ellos.
Galant no está exento de ego, y su disposición a escuchar opiniones diferentes a las suyas es mínima, pero él es el lado menos problemático en esta historia.
Frente a él, hay un ministro que no distingue entre un avión y un helicóptero o entre un mortero y un cañón, pero pretende determinar las necesidades del ejército hoy y en las próximas décadas.
El argumento de Smotrich de que el ejército israelí fracasó el 7 de octubre y, por lo tanto, no es competente para determinar sus propias necesidades, sería digno de discusión si él mismo no fuera un miembro destacado de un gobierno responsable de la misma frustración, por tanto la incompetencia comienza con él.
Hay 10 millones de expertos en asuntos de seguridad en “Israel”, pero solo unos pocos entienden la seguridad nacional, y aún menos comprenden las compras y armamentos a nivel general.
Solo unos pocos entendidos en el tema de seguridad comprenden las implicaciones de este fiasco, concluyó Limor.