Naciones Unidas advirtió que los habitantes de Gaza, Sudán, Haití y Malí podrían enfrentar para octubre próximo niveles catastróficos de inseguridad alimentaria si no se toman medidas humanitarias pertinentes y se realizan esfuerzos internacionales para llegar a las áreas afectadas.

Respecto a esta situación, la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) afirmó este jueves que Gaza está en riesgo de brotes de enfermedades como el cólera, ante la dificultad para asegurar agua limpia y el aumento del calor en el verano. 

El portavoz del organismo internacional, Stéphane Dujarric, anunció anteriormente que la entrada de ayuda a Gaza disminuyó un 67 por ciento desde que “Israel” cerró el cruce de Rafah el pasado 7 de mayo.

Por su parte, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) reconoció su incapacidad para ayudar a los desplazados en la ciudad de Rafah, quienes están extremadamente agotados debido a la continua operación militar de “Israel”. 

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el PMA señalaron en un informe que más de un millón de personas en Gaza, es decir la mitad de la población, enfrentará inseguridad alimentaria catastrófica para mediados de julio como resultado de "los efectos devastadores del prolongado conflicto, las severas restricciones a la movilidad y el colapso de los sistemas locales de alimentación agrícola".

Dicho informe expresó su preocupación por el riesgo de propagación de la hambruna en Sudán pues la producción agrícola está afectada por la violencia, la guerra en curso y los saqueos, así como por los obstáculos a las importaciones por dificultades materiales y financieras. 

Mientras que la situación en Malí también se agrava debido al aumento de los conflictos y la retirada de la misión de la ONU.

Por su parte, la creciente violencia de las pandillas en Haití interrumpe aún más los suministros, aumenta el desplazamiento interno y afecta el acceso a la ayuda humanitaria. 

Según estimaciones de la ONU, la crisis alimentaria se intensifica en 18 puntos críticos de hambre con un nivel de preocupación muy alto para Chad, República Democrática del Congo, Birmania, Siria y Yemen.